El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto de forma provisional tras la caída del régimen de Mubarak, ha comenzado a construir un muro alrededor de la embajada de Israel en El Cairo para aislarla de las protestas.
En los últimos días, un par de grúas han comenzado a levantar un muro de bloques de cemento de unos tres metros de alto frente a la embajada israelí.
La sede diplomática israelí en El Cairo se había convertido en escenario de concentraciones multitudinarias en protesta por la muerte de cinco soldados egipcios en el Sinaí durante una incursión del Ejército israelí el pasado 18 de agosto.
El nuevo muro se está construyendo en uno de los laterales del puente Al Gamaa, que transcurre frente a la embajada, de forma que desde este punto es imposible ver el edificio.
El periódico egipcio Al Masry al Youm publicó en su edición digital que la pared terminará de construirse en los próximos días e informó de que el Gobierno egipcio contrató a un constructor local para llevar a cabo las obras.
Esa nueva barrera se une al puesto militar que, con una alambrada de púas, impide desde hace semanas el acceso al edificio donde se encuentra la embajada.
Durante las pasadas protestas, varias vallas de seguridad fueron derribadas con violencia y un ciudadano egipcio se encaramó al piso 17, donde se encuentra la embajada, y cambió la bandera israelí que allí colgaba por una palestina, lo que despertó la simpatía de los egipcios.
Tras el ataque en el Sinaí, Israel sostuvo que la operación se llevó a cabo para perseguir a un grupo de terroristas que perpetró un atentado en Eilat, en el sur del país, mientras que Egipto convocó al embajador israelí en El Cairo para pedirle explicaciones.
Disconformes con la respuesta diplomática, cientos de ciudadanos salieron entonces a las calles de la capital egipcia para exigir una disculpa formal del lado israelí y el cese de las relaciones diplomáticas entre ambos países.