En apenas 24 horas, la guerra en Siria provocó la muerte de cien personas por un bombardeo del ejército en el mercado de la localidad rebelde de Duma. Una cifra que se suma a las más de 250.000 víctimas mortales que ha dejado el conflicto, el millón de heridos y los 4 millones de refugiados.
Los sirios huyen de los horrores de la guerra, desatando la crisis migratoria más grave de los últimos tiempos, según coinciden la ONU y la Unión Europea. Lugares como Lampedusa (Italia) y las islas griegas no dan a basto para recibir a los inmigrantes.
En Kos, por ejemplo, las autoridades locales debieron adaptar el buque “Eleftheros Venizelos” para recibir una oleada de 1.166 sirios, que se alojarán temporalmente durante 15 días mientras Grecia logra solucionar la situación. Las autoridades y servicios locales están desbordados ante las llegadas diarias de cientos de personas, que arriban en embarcaciones debido a su proximidad con la costa de Turquía. La mayoría de los refugiados pretende conseguir los documentos de viaje que les permitan llegar hasta Grecia continental y seguir su camino hacia los países del centro y norte de Europa.
Los datos presentados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) recogen que en los primeros siete meses de 2015 han desembarcado en Grecia 124.000 refugiados. Solo en julio llegaron 50.000. Este mes, se estima un incremento del 80%.