Después de tres días de incursiones aéreas israelíes que dejan al menos ocho muertos en la Franja de Gaza, el brazo armado de Hamas (la fuerza política que tiene el poder en este territorio) anuncia que está dispuesto a buscar una tregua con Israel siempre y cuando Egipto sea el mediador.
La propuesta, emitida por las brigadas Ezzedin al Qassam, es esperanzadora para los miles de habitantes de Gaza e Israel ya acostumbrados a vivir en medio de bombardeos. En los últimos tres días, más de 75 cohetes fueron disparados desde Gaza hacia el sur de Israel, uno de los cuales hirió a cuatro guardias fronterizos el martes por la noche. "En reacción a los esfuerzos egipcios para intentar hacer cesar el ataque contra nuestro pueblo, nosotros, las Brigadas Al Qassam y todas las facciones de la resistencia, declaramos nuestro compromiso de cesar esta serie de enfrentamientos siempre y cuando (Israel) se comprometa a cesar sus crímenes", indicó la organización en un comunicado.
Sin embargo, las posibilidades de que se logre un acuerdo duradero del cese al fuego están sujetas a factores difíciles de resolver. Alexander Montero, asesor político de la misión Palestina en Colombia, explicó a El Espectador que este pacto se ve amenazado sobre todo por las facciones islamistas minoritarias en Gaza que no pertenecen a Hamas y que podrían atacar a Israel, como la Yihad Islámica”.
Las Fuerzas de Defensa del país judío son conocidas por las retaliaciones que realizan, especialmente con bombardeos. “Si Israel responde con un ataque, este podría no ser interpretado como una agresión a la Yihad, sino a Gaza, y se vendrían abajo los pactos logrados”, dice Montero.
Otro aspecto es que Israel podría querer una policía en Hamás para combatir a los islamistas radicales que envían cohetes desde la frontera. Pero, sea fuerte o débil, este aparato policial traería problemas. Si se vuelve muy fuerte, aparecerían contradictores en Fatah (un partido político palestino), que no van a aceptar que esta otra fuerza que gobierna en los territorios palestinos, y con la cual acaban de rubricar una frágil conciliación, sea militarmente superior.
Un tercer elemento que complica una posible tregua es que Egipto sea mediador. Aunque Hosni Mubarak era amigo y había logrado acuerdos de paz y de suministro de materia prima con Israel, tras su derrocamiento todos estos pactos están sujetos a revisión. Mohamed Mursi, el candidato de los Hermanos Musulmanes que ha sido proclamado extraoficialmente como el triunfador en las presidenciales (el resultado final se conocería este jueves), ha asegurado que revisaría todos los acuerdos suscritos con Israel. En su campaña ha dicho que Egipto no tiene por qué seguir al servicio de una nación que es enemiga del islam.
Pero el triunfo de Mursi no es seguro, los militares que sucedieron a Mubarak se han apoderado del control legislativo y de la potestad para redactar una nueva Carta Magna para Egipto y a última hora podrían lograr arrebatarle el triunfo. Aún cuando Mursi ganara, sería la Junta Militar la que seguiría al mando desde la sombra. En todo caso, el islam seguiría adquiriendo una fuerza regional que preocupa a los israelíes.
A todas estas, un acuerdo con Hamás siempre va a parecer más cercano que uno con Fatah en Cisjordania. “Gaza, por ahora, no está sufriendo el problema de las colonias, los refugiados y el muro”. Gaza sufre un bloqueo económico y marítimo impuesto desde 2006, “pero saben que no van a lograr responderlo y están siendo pragmáticos a la hora de negociar con Israel, en todo caso quieren fortalecer su tregu” y buscar concesiones por parte de los israelíes progresivamente”, concluye Montero.