'Hay muy poco por hacer por colombiano condenado en Qatar': embajador Vélez

Roberto Vélez Vallejo, quien estuvo al frente de la embajada de Colombia en Emiratos Árabes, aclaró que el gobierno sí hizo acompañamiento al caso del joven paracaidista.

Daniela Franco García
05 de marzo de 2015 - 10:43 a. m.
Tomada de: camaradecomercioarabecolombiana.blogspot.com / Tomada de: camaradecomercioarabecolombiana.blogspot.com
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 Roberto Vélez Vallejo, actual embajador de Colombia en Japón y quien recientemente estuvo al frente de la Embajada en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), se refirió a la situación judicial que enfrenta Juan Pablo Iragorri, el joven paracaidista condenado a cadena perpetua en Qatar por narcotráfico. Vélez Vallejo enfatizó que el gobierno, más exactamente el cónsul de Colombia en este país, hizo acompañamiento al caso del connacional y que actualmente ‘es muy poco’ lo que el gobierno nacional pueda hacer por el joven. (Vea: Cadena perpetua a colombiano en Qatar)

El embajador explicó en diálogo con este diario que el caso de Juan Pablo Iragorri corresponde al mismo por el que fueron capturadas otras cinco personas en Qatar, hecho por el cual recibió hace un tiempo una carta anónima en la que se le contaba de la situación de cuatro connacionales presos y se invitaba a prestarles ayuda.

“En ese momento empezamos a indagar, luego supimos que quien escribió dicha carta fue el señor Iragorri (quien inicialmente pidió estar en condición de anonimato por estar involucrado en dicho proceso). Cumpliendo con la obligación, nuestro cónsul en Abu Dabi, Rafael Arismendi, estuvo acompañando las audiencias de estas personas de ahí en adelante para asegurarse de que se les estuviera respetando el debido proceso y que cada quien tuviera derecho a su abogado”, explica el embajador, quien añadió que efectivamente cada uno tuvo su defensor, y que en el caso de Iragorri contó con dos, uno en Qatar y otro en Londres.

Vélez Vallejo indicó así mismo que tras las audiencia, a las que asistió el cónsul colombiano, se falló en contra de estas personas incluyendo a Iragorri, posteriormente los defensores del joven apelaron la decisión y a finales de 2013 se ratificó la sentencia.

De la misma forma, tal como manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, éste envió una carta al gobierno de Emiratos Árabes con el fin de considerar el Convenio de repatriación de presos en el caso de estos colombianos para 2014, sin embargo dicha misiva no ha tenido respuesta para la fecha. “Hay que ser claro que en las relaciones entre países uno pasa una nota y debe esperar a ver qué le dice la otra nación. Uno no puede estar insistiendo cada nada por una respuesta”, anotó el embajador al respecto.

Hay muy poquito por hacer a parte de la carta enviada por la cancillería. Un país dicta sentencia y nosotros no podemos interferir en la justicia de otra nación”, recalcó Vélez Vallejo quien anotó que “vale la pena aclarar que la pena de cadena perpetua en Qatar son 25 años, no toda la vida como sucede en Colombia. De hecho, dentro de los cinco nacionales del caso está una mujer que, por ejemplo, fue condenada a pena de muerte y los jueces reconsideraron la pena y le dieron 16 años de cárcel”.

Los múltiples tratos crueles, inhumanos y degradantes que se habrían dado en el caso de la detención de Juan Pablo Iragorri están consignados en un pronunciamiento del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, del 14 de febrero de 2014, dirigido al gobierno de Qatar.

Ese documento indica, en términos generales, que Iragorri había sido contratado para trabajar con el Ministerio del Interior catarí desde 2005 como instructor de paracaídas y que en 2010 fue invitado por el mismo Ministerio para trabajar en Qatar en la unidad de búsqueda y rescate. No obstante, el 30 de junio de 2011, hacia la 1: 00 am., Iragorri fue detenido por policías armados y vestidos de civil, cuando llegaba a su casa en un barrio al oeste de Doha. Los oficiales no mostraron identificación y no presentaron orden de arresto o allanamiento. Tampoco precisaron las razones de la detención. Aunque buscaron en el auto del detenido, no encontraron evidencias de drogas o bienes ilícitos, según confirmaron los agentes de policía en posteriores declaraciones.

Desde entonces, según el documento de la ONU, el colombiano fue sometido a condiciones de reclusión que no cumplirían los estándares internacionales.
De ahí que un comunicado de la defensoría indique que los familiares solicitaron a dicha entidad “tener mayor información por parte de la prisión en Doha sobre el estado físico y mental en el que se encuentra el señor Juan Pablo Iragorri”.

Por Daniela Franco García

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