Los resultados exigen que la mandataria sea sometida hoy a una intervención quirúrgica. La cirugía sería para drenar el hematoma que presenta en la cabeza, concretamente entre la corteza del cerebro y la meninge.
Fernández sufrió un golpe en la cabeza el 12 de agosto pasado, pero solo dos meses después se manifestaron los síntomas: cefalea continua, un cuadro de arritmia y problemas de presión. Luego de una primera revisión, el sábado, los médicos de la Fundación le detectaron un coágulo entre el cráneo y el cerebro, por lo cual le recomendaron reposo.
Un tema que se venía discutiendo, pues justo se tiene que ausentar de la arena política a pocas semanas de las elecciones legislativas, que le resultarán definitivas para mantener su gobierno hasta 2015. El 27 de octubre se pone en juego la mayoría que el gobierno posee en ambas cámaras. En este momento la suerte del 'cristinismo' parece echada: perdería la mayoría parlamentaria y quedaría de primera minoría, según las encuestas.
Ante la delicada situación, el vicepresidente, Amado Boudou, asumió ante notario el poder ejecutivo del país mientras dure el reposo ordenado por los médicos a la mandataria. Boudou encabezó varios actos de gobierno en representación de Fernández. En enero de 2012 el vicepresidente argentino ya había asumido temporalmente la Presidencia cuando Fernández, que padece problemas de tensión que periódicamente la obligan a guardar reposo, se sometió a una operación en la que le extirparon la glándula tiroidea, lo que la mantuvo tres semanas apartada de su actividad habitual.
Nelson Castro, médico neurólogo y uno de los periodistas más populares de Argentina, ya había alertado el 20 de agosto pasado en su programa: ”Señora presidenta, sus médicos están muy preocupados por su estado emocional. Sépalo. Escúchelos. Es importante que su salud emocional sea perfecta”. El médico agregó que “en vez de volver a la residencia, la presidenta debería haber quedado ingresada en observación clínica”. Carlos Pagni, columnista del diario La Nación, ha criticado el misterio que rodea la salud de Fernández, pues dice que “todo es un secretismo”.