La organización de derechos humanos "Human Rights Watch" (HRW) criticó al Ejército tailandés por detener a una enfermera y mantenerla incomunicada durante seis días, ante los riesgos de tortura y maltrato.
En un comunicado, HRW indicó que Natthida Niwangpa, que fue testigo de la muerte de otra enfermera durante la carga del Ejército contra manifestantes en 2010, fue arrestada en su vivienda por cinco soldados el pasado 11 de marzo.
La junta militar tailandesa negó conocer el paradero de la sanitaria, pero seis días más tarde la entregó a la Policía, que la acusó de su presunta relación con los ataques con una granada contra el Tribunal Criminal el pasado 7 de marzo.
"El arresto de Natthida Miwangpa y su detención secreta por los militares tailandeses deberían encender la luz roja", aseveró Brad Adams, director de HRW para Asia.
La ONG denunció la detención temporal de cientos de políticos, activistas, periodistas y personas acusadas de diversos delitos desde el golpe de Estado de mayo del año pasado, bajo el yugo de la ley marcial.