La Iglesia católica de El Salvador pidió que México y Estados Unidos respeten los derechos de los niños migrantes centroamericanos, de cuyo viaje irregular culpó a los traficantes de indocumentados.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, demandó que "México y sobre todo Estados Unidos garanticen los derechos de los niños porque no es justo que se atropelle a nadie, menos a un niño, que es inocente".
Escobar recordó, en conferencia de prensa tras la misa dominical en la Catedral de San Salvador, que este problema "no es nuevo, pero ahora ha salido a luz" con el fuerte aumento de niños que han llegado irregularmente a Estados Unidos.
Entre octubre de 2013 y junio pasado, oficiales estadounidenses han detenido a más de 52.000 menores no acompañados entrando al país de manera ilegal, la mayoría provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala.
"No está bien que (los niños) viajen sin ninguna protección ellos solos y que tengan que sufrir este calvario; si ya es terrible para los adultos, cuánto más para los niños", subrayó Escobar.
El prelado señaló "un hecho que es evidente: grande responsabilidad tienen los que los llevan, los que se dicen 'coyotes' (traficantes de indocumentados) y que muchas veces traicionan a la persona que llevan".
"Aquí se mueven intereses de mucho dinero, pero yo creo que las autoridades están desafiadas a controlar este fenómeno", remarcó.
El arzobispo insistió en que, "si no hubiera quién les llevara (a los niños) con engaños, con mentiras, y quitándoles no sólo su dinero, sino los derechos que como personas tienen, poniendo en peligro sus propias vidas, entonces no se daría este caso".
"Los más culpables, posiblemente los más responsables" de este problema "sean los que cometen ese grave ilícito de lucrarse con estos niños, no sólo nuestros, sino de toda Centroamérica y toda América Latina", puntualizó.
Funcionarios del Gobierno mexicano, cancilleres centroamericanos y académicos estadounidenses celebrarán mañana un foro en la capital mexicana en el que también participará el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y otros miembros de la Iglesia católica para tratar el tema de la migración.
Las autoridades estadounidenses han advertido que deportarán a esos niños inmigrantes, mientras que los Gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala abogan por que se reencuentren con sus padres que viven en Estados Unidos.
La reunificación familiar y el clima de violencia que hay en estos países centroamericanos están entre las principales causas de la migración infantil, según autoridades y expertos.