Indígenas protestan contra construcción de represa en la Amazonía

La construcción fue propuesta por el expresidente de Barsil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Agencia EFE
07 de febrero de 2011 - 04:07 p. m.

Cientos de indígenas se congregaron en Brasilia, donde mañana pretenden entregar a la presidenta Dilma Rouseff, documentos respaldados por unas 500.000 firmas, contra la construcción de una enorme represa hidroeléctrica en la Amazonía.

La primera actividad organizada hoy por los representantes de las comunidades aborígenes, en la capital brasileña, fue un seminario sobre los riesgos que, en su opinión, entraña la represa de Belo Monte, que se construirá en el estado amazónico de Pará.

“No queremos Belo Monte y esperamos que el Gobierno escuche” , dijo al inaugurar el seminario el cacique Raoni Metyktire, de la tribu kayapó y reconocido en el mundo desde 1989, cuando el cantante británico Sting se sumó a su campaña en defensa del parque del río Xingú, donde se levantará la represa.

El proyecto, propuesto por anterior gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva, y defendido por el Gobierno de Rousseff, supone la construcción de una inmensa mole de cemento que se convertirá en la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, por detrás de Tres Gargantas (China) e Itaipú, cuya propiedad la comparten Brasil y Paraguay.

La represa de Belo Monte, cuya construcción costará unos 10.600 millones de dólares, tendrá capacidad de generar 11.233 megavatios y creará 18.700 empleos directos que, según sostienen los grupos opositores a su construcción, no serán para los habitantes de la zona, en su mayoría indígenas y agricultores dedicados al cultivo de cacao.

La ejecución del proyecto supondrá, además, inundar un área de 506 kilómetros cuadrados y desplazará a unos 50.000 indígenas y campesinos, según afirman los movimientos sociales.

Raoni sostuvo hoy que las obras destruirán vastas áreas de selva “vitales” para los indígenas y campesinos y, además, alterarán las condiciones de un río que para muchos representa “la vida” , pues allí se pesca lo que consumen millares de personas.

“No hay más espacio, porque los hombres blancos ya tomaron todas las tierras de los indios” , dijo Raoni, quien apuntó que los pueblos de la Amazonía quieren “la selva y los ríos para sus nietos” .

En la apertura del seminario también participó el indígena Marcos Terena, quien al igual que Raoni, participa del movimiento en defensa del Xingú desde 1989.

Terena recordó que el proyecto nació en la década de 1970, ideado por la dictadura, y que posteriormente fue retomado por Lula para convertirse en realidad con Rousseff.

“Tienen que parar. Hace mucho tiempo que el hombre blanco golpea el pensamiento y el espíritu de los indios, pero deben parar, porque esos territorios son sagrados” , declaró Terena.

Pese a la oposición, Belo Monte ha salvado ya varias instancias legales y en enero pasado recibió el primero de los permisos que se requieren del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) , órgano oficial que regula los proyectos en la Amazonía y otras regiones.

En enero pasado, el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, calificó la represa de Belo Monte como “uno de los más importantes proyectos” para la generación de energía y dijo confiar en que se contará con todos los permisos necesarios para comenzar las obras antes de marzo próximo.

“Un atraso mayor nos haría perder demasiado tiempo” , apuntó el ministro
Las obras fueron licitadas en abril de 2010 en medio de pleitos judiciales entre grupos que se oponen y el Gobierno, que finalmente pudo celebrar la subasta y adjudicó el proyecto a un grupo formado por la Companhia Hidroelétrica do São Francisco (Chesf, estatal) , la constructora privada Queiroz Galvão y otras seis empresas.

El año pasado, los opositores del proyecto fueron respaldados por personalidades famosas, como el cineasta canadiense James Cameron y la actriz estadounidense Sigourney Weaver, quienes incluso participaron en una manifestación contra la represa en Brasilia.

Una protesta similar se realizará mañana, cuando los indígenas y campesinos del Xingú pretenden entregar sus documentos apoyados por medio millón de firmas tanto al Congreso nacional como a la propia Rousseff, quien aún no ha confirmado si recibirá a algunos de los manifestantes.
 

Por Agencia EFE

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