Inmigrantes aportaron 40.000 millones de dólares a la economía británica en la última década y recurrieron menos a la asistencia del Estado que los nativos, afirma un informe difundido el martes.
El aporte de los extranjeros a las arcas del Estado, equivalentes a 30.000 millones de euros, fue "consistentemente positiva y fuerte" entre 2001 y 2011, en particular la de los europeos, afirma el informe titulado "Los efectos fiscales de la inmigración en el Reino Unido", elaborado por la Universidad College London.
Mientras los inmigrantes aportaron 25.000 millones de libras netos en ese periodo, los nativos restaron a las arcas 624.000 millones de libras más de lo que contribuyeron, afirman los autores del estudio.
Los inmigrantes de la zona económica europea -Unión Europea, Islandia, Liechtenstein y Noruega- fueron responsables del 89% de esa aportación de 25.000 millones. "En contraste con lo que ocurre en muchos de los otros países europeos, Gran Bretaña atrae a inmigrantes altamente cualificados e instruidos, tanto del espacio económico europeo como de fuera", dijo uno de los autores del informe, el profesor Christian Dustmann.
Los europeos contribuyeron un tercio más de lo que recibieron y los no-europeos recurrieron más al Estado de lo que aportaron, principalmente porque sus familias son más numerosas, explica el estudio.
"Nuestro análisis", concluye el documento, "sugiere que, más que ser una carga para el sistema fiscal, los inmigrantes llegados desde principios de la década del 2000 han realizado sustanciales contribuciones netas a las finanzas públicas, una realidad que contrasta con opiniones a menudo expresadas en el debate público", sentencia el informe.
La población nativa británica apenas ha aumentado en los últimos 15 años, manteniéndose estable en torno a los 52 millones de habitantes. En cambio, los inmigrantes han pasado de ser 4,8 millones en 1995 a 9 millones en 2011.
Otro estudio publicado el martes por el Instituto nacional de investigación económica y social afirma que las empresas británicas contratan a extranjeros porque están más preparados y trabajan más horas.