Publicidad

Investigan 300 muertes sospechosas en hospital de Brasil

En el centro asistencial trabajaba una médica acusada de inducir la muerte a siete pacientes con medicamentos.

AFP - BRASILIA
28 de marzo de 2013 - 04:32 p. m.
Investigan 300 muertes sospechosas en hospital de Brasil

Las autoridades investigan más de 300 muertes sospechosas en un hospital del sur de Brasil donde trabajaba una médica acusada de inducir la muerte a siete pacientes con medicamentos o a través de la manipulación de respiradores artificiales.

El caso de Virginia Soares de Souza, una médica de 56 años que durante siete años dirigió la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Evangélico, en la ciudad de Curitiba, condujo a las autoridades a revisar los historiales de 1.870 pacientes que fallecieron en esa unidad entre enero de 2006 y febrero de este año.

Hasta el momento "20 casos sospechosos ya fueron remitidos, por pedido de la fiscalía, para que sean investigados", dijo Paula Brisola, jefa de la unidad especializada de la Policía Civil en delitos contra la salud (Nucrisa).

Hay unos 300 casos en análisis que también "podrían ser objeto de investigación", agregó Brisola, principal investigadora del caso.

Muerte por asfixia

La médica, que recobró su libertad provisional el 20 de marzo después de pasar un mes en prisión alegando siempre inocencia, está acusada junto con otros siete médicos y enfermeras de provocar la muerte de siete pacientes desde 2006.

La Policía Civil recopiló testimonios y escuchas telefónicas legales que apuntan a que Soares de Souza recetó o suministró medicamentos a pacientes con ventilación mecánica que les provocaron la muerte por asfixia, según la acusación de la fiscalía.

En otros casos se les disminuía el oxígeno del respirador artificial.

Después de que estalló el escándalo, el equipo de Brisola recibió más de 200 testimonios de familiares que pedían investigar la muerte de sus seres queridos en la unidad de terapia intensiva.

El Ministerio de Salud ordenó una auditoría de la UTI del Hospital Evangélico, el principal centro de atención de usuarios de salud pública de Curitiba, enfocándose inicialmente en 300 casos denunciados como sospechosos por los familiares de pacientes citados en las escuchas telefónicas de la Policía o cuando se usaron "medicamentos fuera de los parámetros para el tratamiento clínico de los pacientes", dijo la asesoría de prensa a la AFP.

Este jueves Elias Mattar, abogado de la médica, cuestionó la auditoría realizada por el equipo del Ministerio de Salud dirigido por Mario Lobato.

Este señor "quiere impresionar con el número de muertes en una unidad de terapia intensiva. ¿Es decir que nadie murió (en esa unidad) por causas derivadas de su propia situación, sino que fueron asesinados? Sería un caso único en el mundo", sostuvo en declaraciones a la AFP.

Con el cabello casi rapado y de figura regordeta, Soares de Souza asegura, según su abogado, que actuó siempre apegada a los protocolos médicos de terapia intensiva.

"Todo lo que fue administrado a los pacientes está en los historiales. ¿Podría un médico mal intencionado anotar todas las pruebas de un crimen? Eso sería un absurdo", afirmó Mattar.

Un trampolín al más allá

En una entrevista divulgada el domingo por el programa Fantástico del canal O Globo, la médica defendió su inocencia, y aseguró que en sus casi 30 años de servicio siempre respetó a los pacientes y nunca "fue negligente".

No obstante, Globo divulgó grabaciones en las que la mujer afirma que "quería "descongestionar la UCI".

"Infelizmente es nuestra misión ser intermediarios en el trampolín al más allá", afirma la médica en otro registro.

La Policía Civil todavía no tiene un perfil de los siete pacientes por cuyas muertes fue acusada la médica, pero recibió testimonios que la describen como una mujer "autoritaria, capaz, muy segura de sí misma".

Según esos relatos, si "Soares de Souza decidía invertir en un paciente -un término muy utilizado por ella- seguía todos los cuidados y procedimientos para que sobreviviera, pero sí no decidía invertir lo dejaba de lado, y eran tomados todos los procedimientos para adelantar su muerte", comentó la delegada policial.

"¿Cuál era el criterio utilizado por ella para 'invertir' o no en un paciente? Eso todavía no lo conseguimos determinar porque ella niega todos los hechos", añadió.

Por su parte, el abogado de la médica indicó que algunas de las declaraciones de su clienta fueron mal transcritas, y que en parte el juez le dio la razón al dictaminar la libertad provisional.

Soares de Souza "es una mujer demolida, destruida social y psicológicamente. No puede salir a la calle, así le hayan otorgada la libertad, porque es considerada peor que un médico de Hitler", señaló Elias Mattar.

Por AFP - BRASILIA

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar