Las especulaciones sobre un posible ataque de Israel a Irán se multiplicaron luego de que el especialista israelí de inteligencia Ronen Bergman afirmara hace una semana en The New York Times que semejante ataque tendría lugar este año. El temor creció cuando el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, habló de una operación contra Irán, aunque no precisó una fecha: “Quien diga 'más tarde' podría descubrir que 'más tarde' es demasiado tarde”, afirmó.
Un editorial de The Washington Post sostuvo el jueves que el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, estimaba que existía una “gran posibilidad” de que Israel realizara una intervención militar en primavera contra las instalaciones nucleares iraníes. Es decir, el ataque es inminente.
Para calmar las agitadas aguas, el presidente Barack Obama decidió intervenir. En una entrevista con la cadena NBC aseguró que no piensa que Israel haya tomado la decisión de atacar las instalaciones nucleares iraníes subterráneas que el Estado hebreo considera una amenaza a su seguridad. Y para mostrar a Israel su firmeza con el régimen iraní, el presidente firmó una orden ejecutiva que bloquea todos los activos de Teherán, incluidos los del Banco Central de ese país, en territorio estadounidense, algo que se suma a las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y que están causando serios daños a la economía del régimen persa.
Según los medios israelíes, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ordenó a sus ministros y a los responsables militares que cesen de hablar sobre la posibilidad de ataques contra instalaciones nucleares iraníes. El portal de internet del diario Maariv aseguró que “el primer ministro quiere evitar dar la impresión de que Israel quiere arrastrar a Estados Unidos contra su voluntad a una guerra contra Irán”.
Pero, ¿iniciará Israel hostilidades militares contra Teherán? Analistas internacionales coinciden en que sí. Aunque un informe de la revista Time señala que Israel no está en condiciones de infligir un daño irreparable al programa nuclear iraní. Necesita el apoyo de Estados Unidos, que incluso con todo su potencial militar podría causarle un daño más serio, aunque no definitivo y tomaría mucho tiempo.
Según Lluís Bassets, columnista del diario El País, “la capacidad de respuesta bélica iraní probablemente es menor que lo que sus declaraciones y gestos pretenden mostrar”. Desde Teherán se escuchan voces: “Irán no titubeará y se defenderá si es atacado”.