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Rusia y Ucrania, reunidas en Bruselas bajo patrocinio de la Unión Europea, lograron un acuerdo sobre los suministros de gas suspendidos desde el 1 de julio, anunció el viernes por la noche el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic.
Maros Sefcovic y los ministros de Energía ruso Alexandre Novak y ucraniano Volodimir Demchishin firmaron los documentos ante la prensa, luego de la reunión de varias horas.
"Acabamos de firmar un acuerdo trilateral para el invierno próximo", o sea hasta marzo de 2016, dijo Sefcovic en la conferencia de prensa.
El acuerdo sobre este nuevo "paquete de invierno" es una "etapa crucial para garantizar que Ucrania cuenta con las reservas de gas suficientes para el próximo invierno y para que no haya ninguna amenaza para un tránsito continuo y fiable desde Rusia hacia la UE", añadió.
Aunque "todos los detalles técnicos ya están solucionados", los tres funcionarios indicaron que el texto debe todavía pasar los procedimientos formales antes de ser adoptado definitivamente.
Demchishin, que calificó de "aceptables" las condiciones, espera poder empezar a bombear "dentro de poco".
Ucrania se comprometió a "garantizar el transporte de gas natural a través de su territorio hacia la UE, especialmente añadiendo 2.000 millones de metros cúbicos de gas" a sus reservas en octubre, explicó en un comunicado.
El operador gasístico ucraniano Naftogaz y el ruso Gazprom llevarán a cabo la operación.
La Unión Europea se comprometió a facilitar la financiación de las compras ucranianas, especialmente ante las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial o el FMI, "pero no aporta financiación suplementaria", precisó Sefcovic.
Por su parte, Rusia confirmó el viernes por la noche haber bajado el precio del gas vendido a Ucrania. Según las agencias rusas, el monto se reduce a 227,4 dólares por 1.000 metros cúbicos.
Los precios son similares a los aplicados "a los países vecinos de la UE", indicó el ministro ruso en rueda de prensa, evocando una reducción de "unos 20 dólares".
Rusia y Ucrania sostenían un pulso sobre el precio del gas desde la llegada al poder de los pro-occidentales ucranianos a inicios de 2014.
Tras una primera interrupción del suministro durante varios meses en 2014 antes de alcanzar un acuerdo provisional para garantizar la entrega de gas a Ucrania durante el invierno, el suministro se suspendió de nuevo en julio.
Los contactos se multiplicaron estas últimas semanas ante la llegada de la estación fría, sinónimo de aumento de consumo en Ucrania, pero también en Europa, donde el 15% del gas suministrado por Rusia transita por territorio ucraniano.
Kiev mantiene un conflicto armado con separatistas prorrusos en el este del país que ya ha matado a 8.000 personas.