Los desaparecidos por los que sentenciaron a Vladimiro Montesinos

Se trata de los estudiantes Martín Roca y Kenneth Anzualdo y del profesor Justiniano Najarro, desaparecidos en 1993, durante el gobierno de Alberto Fujimori.

Redacción Internacional
29 de septiembre de 2016 - 04:45 p. m.
El exasesor presidencial peruano, Vladimiro Montesinos.  / AFP
El exasesor presidencial peruano, Vladimiro Montesinos. / AFP

Martín Roca, Kenneth Anzualdo y Justiniano Najarro fueron secuestrados y llevados a la sede del Servicio de Inteligencia del Ejército. Allí, en el sótano, los torturaron y asesinaron. Y, luego, lanzaron sus cuerpos al fuego para, literalmente, acabar con ellos. Pero no pudieron. Los dos estudiantes de la Universidad del Callao y el profesor Najarro fueron desaparecidos. Pero no olvidados. Y, aunque la justicia demora, llega. Esta semana un tribunal limeño condenó al exasesor presidencial peruano Vladimiro Montesinos y al excomandante del Ejército, el general (r) Nicolás De Bari Hermoza, a 22 años de prisión por estas desapariciones.

Por su parte, el exjefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército, el general (r) Jorge Nadal Paiva, fue condenado a 15 años de prisión. De acuerdo con la justicia, Montesinos, De Bari Hermoza y Nadal fueron quienes ordenaron la detención de Roca, Anzualdo y Najarro y su traslado al SIE. Los dos primeros se encuentran detenidos en virtud de otra condena en su contra por los delitos cometidos por el Grupo Colina, una estructura paramilitar responsable de varias masacres durante el gobierno de Alberto Fujimori. Nadal, por su parte, se encuentra prófugo de la justicia. 

Roca fue secuestrado el 5 de octubre de 1993. Meses antes, en agosto de ese año, Roca, junto con otras personas, había protagonizado una protesta a favor de un sticker con el que los estudiantes recibían un 50% de descuento a la hora de acceder al transporte público. Durante la protesta, los manifestantes se dieron cuenta de que unos desconocidos los estaban grabando. Y entonces les quitaron la cámara y se quedaron con el video. Miembros de inteligencia de la Marina intentaron recuperar el video durante un allanamiento ilegal a la vivienda de Roca. Como no encontraron nada, decidieron torturar y amenazar de muerte a Roca. 

Los agentes siguieron intimidándolo, hasta que ese 5 de octubre, Roca fue detenido cuando se dirigía de regreso a su casa. Un amigo suyo, Kenneth Anzualdo, fue desaparecido a los pocos meses, el 16 de diciembre de 1993, un día antes de su cumpleaños; fue detenido, al igual que Roca, cuando se dirigía a su casa. Anzualdo tenía programado hablar con las autoridades sobre la desaparición de su amigo. Pero, como testigo clave, fue acallado antes de que pudiera decir la verdad sobre lo sucedido. 

Justiniano Najarro, por su parte, fue desaparecido el 6 de julio de 1993. Najarro era profesor en Huamanga. Debido a una afección, tuvo que trasladarse a Lima, donde montó una panadería con su familia. Pero, por cuenta de una pelea, el dueño del local lo acusó, irresponsablemente, de pertenecer a Sendero Luminoso. Najarro estuvo tres años detenido pero fue absuelto. Al salir, él y su familia se trasladaron a San Juan de Miraflores, donde montaron otra panadería. Pero un día, un vecino suyo, que era exagente de seguridad, apareció muerto, con una bolsa de pan en la mano. 

El 14 de junio de ese año, los militares se metieron a su casa pero no encontraron nada. Un mes después, dos desconocidos lo interceptaron mientras caminaba por Miraflores. Los hombres lo metieron a un carro y Najarro desapareció. Aunque ya hay pruebas suficientes de que fue llevado al SIE, torturado e incinerado. Entre otras, los registros de salida y entrada del SIE, en los que los militares anotaban, de forma codificada, el ingreso de civiles. Los familiares de los tres desaparecidos acudieron, ese aciago año, a la justicia nacional. Y, luego, a la internacional. 

La justicia internacional respondió primero. En 2009, la Corte Interamericana condenó a Perú por la desaparición de Anzualdo y le ordenó, entre otras, ofrecer disculpas. En los casos de Najarro y Roca no ha habido una decisión. Pese a que los familiares de estos tres desaparecidos aseguraron estar conformes con la sentencia, lamentaron, no obstante, que los restos de sus seres queridos siguen desaparecidos. "Los restos deben estar enterrados en algún lugar cerca del SIE. Para solicitar esa diligencia usaremos la nueva ley de la búsqueda de desaparecidos", dijo la abogada Gloria Cano, quien representa a las familias. 

 

Por Redacción Internacional

 

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