Los kurdos, entre el Estado Islámico y Erdogan

Esta minoría, perseguida en Turquía, sin estado propio y quienes han resultado muy efectivos en la lucha contra el terrorismo islámico, fueron señalados de estar detrás de los últimos atentados en suelo turco.

El Espectador
08 de junio de 2016 - 09:36 p. m.
Un hombre observa los daños en el interior de un hotel tras el atentado que se produjo ayer en el centro de Estambul (Turquía).  / EFE
Un hombre observa los daños en el interior de un hotel tras el atentado que se produjo ayer en el centro de Estambul (Turquía). / EFE
Foto: EFE - DENIZ TOPRAK

Segundo día de Ramadán y Turquía vuelve a recibir un fuerte golpe. Tres personas murieron y 30 resultaron heridas este miércoles en un atentado con carro bomba contra la comisaría de Midyat, sureste de Turquía, solo un día después de un atentado similar en Estambul, que dejó 11 muertos. Estos ataques se suman a la serie de más de ocho atentados letales que ha venido sufriendo la población turca desde principios del año 2015.

Los dos atentados, atribuidos a los rebeldes kurdos, llegan con el inicio de la temporada alta de verano para la importante industria del turismo, duramente dañada por la serie de ataques que han golpeado este año a Turquía, en estado de máxima alerta.

“El autor de este ataque es la mortal organización PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán)", indicó Yildirim a los periodistas en Estambul, donde asistió después con varios ministros a una plegaria en homenaje a los policías muertos en el ataque del día anterior en esta ciudad. Erdogan y el gobierno turco han señalado a los rebeldes kurdos por la autoría de esta serie de atentados en repetidas ocasiones. El conflicto turco-kurdo no parece mejorar.

¿Quiénes son los kurdos?

Los kurdos, uno de los grupos étnicos más grandes del medio oriente con una cultura y lengua propia y una población de más de 25 millones de personas, constituyen la mayor minoría del mundo sin estado, pero hasta hace poco su larga lucha por la autonomía ha merecido poca atención. La disputa kurda alega por el reconocimiento de un territorio propio: Kurdistán, un área encontrada entre Turquía, Irak, Siria, Irán y Armenia. El territorio que exige el pueblo kurdo es altamente estratégico: en la zona se encuentran la mayoría de las reservas petrolíferas de Iraq e Irán, y la totalidad del petróleo sirio y turco, razón por la que sus vecinos se oponen al posible surgimiento de un estado kurdo independiente. En Turquía la población kurda-un 20% de la población- ha sido víctima de medidas de represión y aislamiento por parte del gobierno, por ejemplo, prohibiendo su lengua en los medios de comunicación del país.

¿Por qué no existe Kurdistán?

Con la caída del imperio otomano al principio del siglo XX - uno de los grandes impactos geopolíticos de la primera guerra mundial- los kurdos se organizaron para reclamar un territorio propio en el instante en el que los líderes de las fuerzas aliadas, vencedoras en la guerra, intentaban trazar líneas y surtir territorios en el proceso de reorganización del Oriente Medio. Sin embargo, como consecuencia de la presión de los líderes nacionalistas turcos y a pesar de las promesas europeas, el Tratado de Lausana de 1923 le negó un estado propio a la población kurda. Durante el resto del siglo, la historia de los kurdos ha sido de conflicto casi constante. Los gobiernos de Oriente Medio reprimieron la cultura, la lengua y la política kurda, destruyeron miles de pueblos e intentaron “desaparecer” la identidad kurda.

¿Qué es el PKK?

Como respuesta hacia las injusticias y la falta de garantías por parte del gobierno turco, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK en la lengua Kurda) se levantó como el movimiento representante de los kurdos. El PKK, de corte marxista-leninista, fue fundado a finales de los años setenta como partido político y se alzó en armas contra el gobierno turco en 1984, reclamando un estado autónomo kurdo en territorio turco. Desde ese entonces, el conflicto ha dejado más de 40,000 muertes, miles de pueblos del Este de Turquía destruidos, y cientos de miles de kurdos desplazados hacia otras ciudades turcas. El PKK es considerado como organización terrorista tanto por el Estado turco como por Estados Unidos y la Unión Europea, que incluyó al PKK en el listado de organizaciones terroristas a petición de Turquía en 2004, a pesar de no haber amenazado ningún interés de Estados Unidos o la Unión Europea.

En diciembre de 2012 se conoció públicamente que el gobierno de Turquía mantenía conversaciones encaminadas a iniciar un proceso de paz a través de los servicios de inteligencia con el líder del PKK Abdullah Öcalan en la cárcel, llegando hasta un avance importante de cese bilateral del fuego en 2013.

Sin embargo, la guerra civil siria, y el rol de las fuerzas kurdas para combatir el EI, generaron nuevas tensiones entre el gobierno y el PKK. En julio de 2015, un ataque suicida en el pueblo kurdo de Suruc conducido por el EI, dejando 32 muertos, llevó a los negociadores turcos a denunciar la falta de esfuerzos por parte del gobierno para cumplir sus promesas de dar más derechos para los 12 millones de kurdos de Turquía. Las conversaciones llegaron a su fin con Erdogan declarando que “no es posible mantener el proceso de paz con quienes amenazan la unidad nacional y la hermandad", y con dos policías muertos en un atentado liderado por rebeldes del PKK.

El EI, Erdogan, y la coalición liderada por EE.UU.

Con el pasar de los años, el PKK ha creado alianzas con organizaciones kurdas en otros estados de la región como el PJAK en Irán o el PYD en Siria- movimiento que, con el inicio de la guerra civil siria, evolucionó para convertirse en la Unidad de Protección Popular (YPG)- uno de los ejércitos que han demostrado gran utilidad y eficacia para hacer frente al avance yihadista en determinadas zonas de Iraq y Siria, respaldado por EE.UU. con ayuda militar y humanitaria para ayudar a este grupo en su lucha contra el Estado Islámico (EI) en zonas determinadas.

Después del proceso de paz fallido, y en un contexto de guerra contra el EI, Erdogan ha tomado provecho de la situación al disfrazar supuestos ataques aéreos y terrestres hacia poblaciones kurdas en el Este como esfuerzos militares contra el EI. Con la inclusión de Turquía en la colación anti-EI, las fuerzas turcas han bombardeado de manera masiva a los yihadistas en Siria y los asentamientos del YPG en Iraq, lo que ha sido respondido con una cadena de atentados por parte de este grupo y su aliado el PKK, entre ellos los estremecedores ataques en Estambul y Midyat de esta semana.

Por El Espectador

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