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Los misterios de Chevaline

Zeena al Hilli, la niña de 4 años sobreviviente de la matanza en los Alpes franceses, regresó este domingo al Reino Unido. Su hermana mayor, de 7, ya salió del coma. Evalúan si las menores pueden ayudar en las investigaciones.

Ricardo Abdahllah / París
09 de septiembre de 2012 - 09:00 p. m.
Fotógrafos de varios medios europeos llegaron al lugar en donde cuatro personas fueron asesinadas, todas de dos tiros en la cabeza, según la autopsia.  / AFP
Fotógrafos de varios medios europeos llegaron al lugar en donde cuatro personas fueron asesinadas, todas de dos tiros en la cabeza, según la autopsia. / AFP

Iraquí de nacimiento, Saad al Hilli había emigrado a Inglaterra en su juventud y ahora vivía en Claygate, un pueblito cerca de Londres en el que el segundo guitarrista de los Rolling Stones, Ron Wood, y varios jugadores del Chelsea se han domiciliado. Eso es, según el diario Le Monde, lo poco que se sabe con certeza sobre el padre de familia que fue asesinado junto a su esposa, de nacionalidad sueca, y su suegra, el pasado miércoles en cercanías de la población de Chevaline, al borde de los Alpes franceses. Un ciclista, que muy posiblemente tuvo la mala fortuna de encontrarse en el lugar por casualidad, fue la cuarta víctima.

La mayor de las hijas del matrimonio recibió igualmente un disparo y un golpe en la cabeza y, según un turista, también británico, que fue el primero en pasar por el lugar de la masacre, la niña se desplomó frente a sus ojos al salir del vehículo, que aún tenía el motor encendido. Luego de cuatro días en coma inducido, por la gravedad de sus heridas, la pequeña recuperó la conciencia, anunció el fiscal Eric Maillaud Zainab.

La hija menor, de cuatro años, habría sobrevivido escondiéndose bajo el cuerpo de su abuela. Allí permaneció, sin que los primeros policías que llegaron a la escena del crimen la notaran, durante casi ocho horas. Luego de ser interrogada, y pese a haber oído lo que estaba ocurriendo, no vio nada, por lo que los investigadores la enviaron el domingo de regreso al Reino Unido, pues no es clave para las pesquisas. Lo que sí esperan las autoridades es que su hermana mayor, una vez que los médicos así lo autoricen, les brinde mayores datos de la tragedia.

Según lo narrado por varios visitantes de la región a periodistas de medios franceses, nada diferenciaba a los Al Hilli de las muchas otras familias de turistas que hasta la primera semana de septiembre, la última de las vacaciones escolares, pasan algunos días del verano en las zonas de camping que bordean el lago de Annecy. Los Al Hilli habían llegado a hospedarse en una de ellas, Le Solitaire, dos días antes del múltiple asesinato. Según las fuentes policiales, cerca de veinticinco balas se dispararon en el lugar de los hechos sobre las víctimas, y a corta distancia.

Si la hipótesis de un atentado personal contra Al Hilli pareciera la más lógica, al considerar la violencia del ataque, no deja de sorprender que los autores del hecho decidieran actuar en una aislada ruta forestal francesa. En su trabajo como consultor aeronáutico independiente, Al Hilli había estado al servicio de empresas ligadas a la vigilancia satelital, pero nunca habría manejado información delicada. Varios medios han afirmado también que los Al Hilli podrían haber sido asesinados por ser testigos de las acciones de traficantes de droga o que fueron víctimas por error de un ajuste de cuentas entre grupos de traficantes o de islamistas radicales.

Igualmente, el procurador de la región de Annecy, responsable de coordinar la investigación, ha declarado que, según informaciones recibidas de las autoridades británicas, podría existir un conflicto entre Saad Al Hilli y su hermano, a raíz de la herencia de su padre, que murió hace poco más de un año.

Mientras varios investigadores judiciales franceses se desplazaron a Londres el pasado viernes y el domicilio familiar fue allanado por la policía, se ha confirmado que el hermano de Al Hilli se habría presentado ante las autoridades en Londres apenas conocida la noticia, con el fin de colaborar en la repatriación del cuerpo de Saad y su familia.

En una conferencia de prensa el pasado viernes, el procurador de Annecy pidió prudencia a los medios: “No es con ustedes que vamos a trabajar”, afirmó, sin dar nuevos detalles del caso. Los periódicos franceses e ingleses no han dejado de comparar el misterio de los asesinatos de Saboya con el de los Drummond, una familia inglesa cuyos tres miembros fueron asesinados el 4 de agosto de 1952 en su automóvil mientras pasaban sus vacaciones igualmente en los Alpes franceses. Aunque el principal acusado, un campesino de nombre Gaston Dominici, pasó ocho años en prisión, nunca pudo comprobarse su culpabilidad.

Más reciente es el caso de la familia Dupont de Ligonnès, en el que una madre y sus cuatro hijos fueron asesinados y enterrados en su propia casa en la ciudad de Nantes en abril de 2011. A pesar de un enorme dispositivo judicial y policial desde entonces, ni los móviles han podido ser aclarados, ni el padre, principal sospechoso, ha podido ser encontrado.

Por Ricardo Abdahllah / París

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