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Los servicios públicos deberían ser gestionados por compañías privadas: David Cameron

El primer ministro británico quiere acabar con lo que él llama el monopolio del Estado.

EFE
21 de febrero de 2011 - 07:25 a. m.

El primer ministro británico, David Cameron, quiere que todos los servicios públicos del país puedan ser gestionados en el futuro por compañías privadas, con el objetivo de terminar con lo que llama “el monopolio del Estado”.
 

Los cambios, adelantados el lunes por el líder conservador en un artículo en el diario “The Daily Telegraph” y que se detallarán oficialmente en las próximas semanas, permitiría a entidades privadas gestionar escuelas, hospitales o servicios municipales como el mantenimiento de parques y carreteras y el cuidado de ancianos.

En el artículo en el “Telegraph”, Cameron defiende la necesidad de “un cambio completo” en el sector público para mejorar el servicio que se presta a los ciudadanos, y abre la puerta también a la participación de grupos de voluntarios y organizaciones no gubernamentales (ONG).

La idea del primer ministro es transformar los servicios públicos en el largo plazo sin tener que legislar cada vez que se quiera permitir a una empresa privada involucrarse en el sector.

A las empresas proveedoras se les ofrecerían contratos con una retribución en función de los resultados y con la garantía de un aumento de los ingresos a medida que aumente la calidad el servicio.

“Crearemos una nuevo concepto, respaldado por nuevos derechos para los usuarios de los servicios públicos y por un nuevo sistema de adjudicación independiente, de que los servicios públicos deberían estar abiertos a una serie de proveedores que compitan por ofrecer un servicio mejor”, argumentó el primer ministro.

Cameron excluyó del plan a la seguridad nacional y la judicatura -“donde esto no tendría sentido” -, pero defendió que “el resto de sectores pueda estar abierto a una diversidad real”.

Los cambios, aseguró, liberarán al sector público “de las riendas del control del Estado”, reducirán la burocracia, generarán ahorro y permitirán terminar con una era de servicios “anticuados, verticales y en lo que hay que conformarse con lo que uno recibe”.

Cameron
argumentó que la calidad de los servicios en el Reino Unido ha descendido en los últimos años si se toman como referencia “países similares”, y que eso se está notando en áreas como los índices de supervivencia del cáncer y los resultados escolares.

“Se pondrá el poder en manos de la gente. Los profesionales recuperarán su responsabilidad. Habrá más libertad, más posibilidades de elegir y más control local”, explicó el gobernante, que aclaró que el Estado seguirá teniendo un “papel crucial”.
 
El papel será “garantizar que la financiación y la competencia sean justas, y garantizar que todo el mundo, sin tener en cuenta su capacidad económica, tengan un acceso justo a los servicios”.

El proyecto se ha bautizado como “Servicios Públicos Abiertos” y su objetivo principal será “imposibilitar que el Estado vuelva a los viejos malos tiempos del monopolio del Estado”.
 
“Esta es una parte vital de nuestra visión de desmantelar el Gran Gobierno y construir en su lugar una Gran Sociedad”, agregó.

El concepto de la Gran Sociedad es uno de los elementos centrales de la política de Cameron, un concepto con el que quiere dar una mayor participación y responsabilidad social en la gestión del país.

La oposición laborista y los sindicatos dicen que lo que esconde realmente esta política es una gran privatización encubierta de servicios públicos hasta ahora intocables en este país como el NHS, el sistema de Seguridad Social creado tras la Segunda Guerra Mundial.

Por EFE

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