Al caer la tarde, las filas en los 14.500 centros electorales eran largas. De acuerdo con datos oficiales, 19,5 millones de venezolanos fueron convocados para elegir 167 diputados de la Asamblea Nacional y la participación alcanzó altos niveles.
Filros Guzmán, un empleado de restaurante de 24 años que siempre había votado por el chavismo, aseguró que “el papel sanitario no se consigue. En otros países eso no pasa. No se puede votar por el gobierno cuando hay problemas para sobrevivir”.
La escasez, el desabastecimiento y la inflación, que según cifras extraoficiales llega al 200%, parecen pasarle factura al gobierno de Nicolás Maduro, en el poder desde 2013 y cuya popularidad apenas llega al 22%.
Orlando Apitz, de 54 años, asistente en un bufete de abogados, dice esperar un “cambio como en Argentina" porque está "harto de las colas y los malandros (delincuentes)”. Venezuela es el segundo país con la mayor tasa de homicidios del mundo (62 por cada 100.000 habitantes), según Naciones Unidas.
"Yo voté por Chávez y por Maduro. Pero estoy cansada de las megacolas. Este país está en el suelo y es hora de cambiar", declaró Yadira Balladares, una camarera de 43 años, en el barrio caraqueño 23 de Enero, antiguo bastión chavista.
“Aunque Maduro no es Chávez, soy un revolucionario. No olvido que fue la oposición la que creó los ranchos de cartón”, manifestó Pedro Escalante, de 53 años, quien vende chucherías en el populoso barrio Petare (este).
“No podemos arriesgarnos a perder todo lo ganado en estos años de revolución”, dijo Mariela Sánchez, una mujer de 30 años y 5 hijos que se acercó al puesto de votación donde acudió Maduro.
En 2010, el Consejo Nacional Electoral tardó 8 horas en dar los resultados oficiales.
Con información de EFE y AFP