Los ministros europeos de Transporte se mostraron el jueves reticentes a aceptar la ampliación de 1.900 millones de euros a partir de 2014 del presupuesto del sistema europeo de navegación por satélite Galileo, que la Comisión Europea cree necesaria para que pueda competir con el GPS estadounidense.
Los Veintisiete son conscientes de que aceptar con tanta antelación dicha ampliación complicaría la negociación de las próximas perspectivas financieras, ya que también esperan recibir otros proyectos como el reactor experimental de fusión ITER y políticas comunitarias como la agrícola, que ya absorbe la mayor parte del presupuesto de la UE.
Galileo cuenta con 3.400 millones de euros para el periodo 2007-2013, pero Bruselas insiste en que si no se aumenta su dotación sólo se podrá crear una red de 18 satélites que permitirá una precisión máxima de 247 metros, frente a los 10 que ya garantiza el GPS. Los 1.900 millones adicionales, en cambio, harían posible llegar a los 30 satélites y obtener una precisión de 70 centímetros.
Francia, Luxemburgo e Italia intervinieron en el debate a puerta cerrada que celebraron los ministros europeos sobre esta cuestión para apoyar el lanzamiento de los 30 satélites, aunque estuvieron de acuerdo en que de momento se pongan en órbita sólo los primeros 18 y se estudie la ampliación más adelante, según indicaron a Efe fuentes diplomáticas.
Los países comunitarios reclamaron a la CE más transparencia en la gestión de las cuentas de Galileo y destacaron que sus costes ya han superado con creces los cálculos iniciales.
En total, Galileo ha supuesto una inversión de 80 millones de euros entre 2000 y 2001, otros 2.100 millones durante su fase de desarrollo desde 2003 (560 de ellos facilitados por la UE) y 3.405 millones íntegramente del presupuesto comunitario entre 2007-2013.
Los titulares de Transporte solicitaron, por otro lado, que Bruselas se esfuerce al máximo por ajustar el gasto y eliminar todos los elementos superfluos que puedan encarecer el proyecto, señalaron las mismas fuentes.
El comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, tranquilizó a los estados miembros al decir que los 1.900 millones de euros adicionales que pidió el pasado enero para Galileo no son todavía una cifra definitiva, ya que falta cerrar los últimos contratos para su desarrollo.
El secretario de Estado español de Transporte, Isaías Táboas, intervino en el debate para manifestar su apoyo al proyecto y pedir a la Comisión que implique en el mismo a todas las empresas europeas que pueda.
El Ejecutivo de la UE respondió que el problema es que existen pocas grandes empresas espaciales europeas, pero prometió que organizará el próximo año una conferencia en Bruselas con la industria, según confirmaron fuentes comunitarias.
“El comisario ha acogido favorablemente la posición española de dar un mayor papel a las pymes que es una base que para la industria española es fundamental”, comentó Táboas en declaraciones a Efe al término del encuentro.
Los ministros apoyaron por otro lado, a pesar de que la CE manifestó ciertas dudas al respecto, el llamado “servicio público regulado” que constituye una posibilidad de aplicar el sistema Galileo, de carácter civil (frente al GPS, constituido como sistema militar que ofrece servicios civiles), a usos codificados por parte de la policía o de los servicios de aduana.
La Presidencia húngara de turno intervino en un debate público para recalcar que “hay amplias garantías de seguridad” por lo que descarta este servicio.
Según cálculos de Bruselas, los dos primeros satélites operativos de Galileo serán lanzados a finales de este año y otros dos a principios de 2012, y desde entonces se pondrán en órbita dos satélites cada trimestre hasta llegar a los 18. Los primeros servicios estarán disponibles a partir de 2014.