El jefe de gobierno italiano Mario Monti anunció el domingo que descartaba ser candidato en las elecciones legislativas del 2013, pero dijo que estaba dispuesto a dirigir Italia, en una conferencia de prensa durante la cual criticó duramente al ex primer ministro Silvio Berlusconi y aseguró que no apoyaba a ninguna formación política.
"No tomo partido por alguien. Pero sí estoy listo a aportar mi opinión, dar incentivos, y si me lo piden, a dirigir y asumir las responsabilidades que me confíe el Parlamento", aseguró Monti despejando las dudas sobre su posible entrada en liza, que habían tenido en vilo al país por más de una semana.
El tecnócrata, de 69 años, senador vitalicio, quien anunció su dimisión el pasado 8 de diciembre tras perder el apoyo del partido de Silvio Berlusconi, criticó duramente al magnate de las comunicaciones, su predecesor en la jefatura de gobierno.
"Hay un proceso mental que no entiendo", dijo al mencionar las duras condenas pronunciadas por el magnate de las comunicaciones a sus 13 meses de gestión para luego proponerle que sea su aliado político en las elecciones de febrero."Con esas condiciones no puedo aceptar ningún ofrecimiento", dijo.Monti defendió su gobierno y anunció un "programa para cambiar Italia y reformar Europa".
El tecnócrata, que cuenta con el apoyo de buena parte de los líderes europeos así como de los sectores económicos y la Iglesia católica, elaboró un informe titulado "Cambiar Italia, cambiar Europa", consultable próximamente on-line con un programa que sirva de guía.Entre los puntos para que Italia y Europa eviten una crisis financiera que los arrastre al borde del abismo, como la de hace un año, Monti pidió que "no se destruya lo que se ha hecho con grandes sacrificios", dijo.
"Después de más de un año de trabajo puedo decir que la emergencia financiera fue superada, los italianos pueden sentirse ciudadanos de Europa con la cabeza alta", aseguró. El primer ministro saliente recordó los "difíciles" momentos que Italia ha superado."Hemos dado vuelco a la situación. Hace un año nuestra prima de riesgo estaba cien puntos por encima, ahora por debajo", dijo.
Durante el encuentro con la prensa, que duró dos horas, Monti advirtió sobre los "peligros de ir de nuevo hacia atrás", como en el caso de la propuesta de Berlusconi de eliminar el impuesto a la vivienda."Si se suprime, un año después ese impuesto es doble", comentó.
En una estocada más contra el magnate de las comunicaciones pidió al país "un salto de calidad" frente a la concepción y uso que hace de la mujer, con "representaciones humillantes", como ocurre en las fiestas y sobre todo en canales de televisión de Berlusconi.
En una Italia en recesión, Monti había recibido presiones para lanzarse a la batalla de las legislativas, encabezando una coalición de moderados y ex demócratas-cristianos, lo que desechó. Tampoco aclaró si podría ser un primer ministro de socorro en caso de que no hubiera una mayoría clara en el Parlamento a fines de febrero, o ser elegido en la presidencia para reemplazar al presidente Giorgio Napolitano, de 87 años, y cuyo mandato termina a mediados de mayo.
Esa última opción fue excluida por el mismo Monti, como "no practicable", a la vez que rechazó la posibilidad de aceptar un importante encargo a nivel europeo.
Monti reiteró que se considera un hombre de Estado "por encima de los partidos" e invitó a los italianos a "hacer más hijos" porque Italia se "está autodestruyendo" por la baja natalidad.Según el diario La Repubblica, cuyo director tuvo una larga conversación anticipada con Monti, el economista considera "casi inevitable un pacto poselectoral entre el centro y el centroizquierda" para guiar el país.