Miles de vehículos permanecen atrapados desde hace tres días en un gran atasco que paraliza la principal carretera de Kenia, que une la capital Nairobi y la turística ciudad costera de Mombasa, debido a unas obras y a intensas lluvias que han dejado intransitable la vía.
Desde primeras horas de este martes, miles de conductores sufren este masivo atasco que les impide mover sus vehículos cerca del municipio de Taru, a unos 80 kilómetro de Mombasa, lo que ha generado un gran malestar y ansiedad entre los afectados, que por el momento no tienen más opción que esperar a que el problema se solucione.
"Es terrible. Los niños están gritando en mi autobús porque tienen hambre", contó al diario "Daily Nation" Joseph Were, un conductor de un autocar atrapado.
"Los padres están devastados y desamparados. No sabemos cuándo vamos a llegar a Mombasa porque los vehículos no se están moviendo", lamentó.
Las autoridades ya han desplegado a un grupo de agentes de la Policía de tráfico para intentar encontrar una solución a este problema, que afecta a la carretera más importante del país y pone en riesgo la distribución de alimentos y productos básicos en la zona.
El presidente provincial, Evans Achoki, aseguró a los medios locales que, con la llegada de los agentes, se espera que el tráfico pueda volver a fluir durante el día de hoy.
Todo apunta a que el atasco fue causado por unas obras sin terminar en uno de los desvíos de la carretera en la zona de Taru, a lo que se unió un fuerte aguacero que dejó este tramo totalmente intransitable.
Esta estrecha carretera de doble sentido -considerada como una "autovía" en Kenia- se encuentra en precarias condiciones, lo que, junto al gran flujo de tráfico que soporta a diario, la convierten en una de las vías más peligrosas del país.