Mujica y Kirchner defendieron integración y minimizaron diferencias

El presidente de Uruguay, José Mujica (d), y su homóloga de Argentina, Cristina Fernández (i), en la inauguración de una obra de modernización de refinería de Ancap en La Teja, en Montevideo (Uruguay)./ EFE

Los presidentes de Uruguay, José Mujica, y Argentina, Cristina Kirchner, ratificaron este martes martes en Montevideo sus lazos de hermandad, defendieron la integración y buscaron minimizar las rispideces entre los dos países, durante la inauguración de una planta construida por una empresa argentina.

El acto se desarrolló en la refinería de La Teja, en la bahía de Montevideo, con las autoridades uruguayas en pleno, empresarios y 1.500 invitados de los dos países, donde no faltaron una veintena de jóvenes de La Cámpora que vitorearon a la mandataria argentina.

"La integración es muy amplia, es integración física, a través de obras de infraestructura importantes, es integración en materia energética (...) es integración turística que hacemos entre todos los países de la región (...) y además la integración definitiva, la de aquellos hermanos que abandonaron su país y hoy viven instalados con trabajo y familia en nuestro país", aseguró Kirchner durante el acto, en el que recibió además las llaves de Montevideo.

"Nunca más permitamos que nos importen conflictos e ideas que nos son ajenos y que no tienen nada que ver con nuestra historia y fundamentalmente con nuestros intereses", concluyó. "La integración no es una cuestión de izquierda, de derecha o de centro. Es una cosa de ser o no ser en el mundo de hoy", indicó por su parte Mujica, quien defendió la necesidad de unirse para negociar con gigantes como Estados Unidos, China o la Unión Europea.

"No podemos negociar divididos y peleados entre nosotros porque para lo único que servimos es para que nos trillen", advirtió. El mandatario uruguayo admitió que "no es sencillo porque las patrias están creadas" y consideró que los conflictos son inevitables por la historia y las luchas de intereses. "Pero los conflictos se negocian", aseguró.

La planta inaugurada el martes, de un costo de 360 millones de dólares y considerada por el gobierno uruguayo la mayor obra medioambiental en la historia del país, fue construida por la argentina AESA, empresa de YPF, cuyo personal se ocupará durante un año de su operación.