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Murió el ‘Schindler’ inglés

Así llamaban a Nicholas Winton. Él, sin embargo, nunca estuvo de acuerdo con la analogía por considerarla injusta con compañeros suyos que, él decía, hicieron mucho más.

Redacción internacional
02 de julio de 2015 - 05:12 a. m.

Nicholas Winton, más conocido como Sir Nicholas Winton desde 2003, murió mientras dormía en el hospital Wrexham Park en Slough (sur de Inglaterra). Con 106 años, era uno de los hombres más longevos del mundo pero, sobre todo, un héroe de la Segunda Guerra Mundial: un título que él, más bien, creía exagerado.

Nacido en Londres, en el seno de una familia de origen judío-alemán, Winton pasó a la historia como el hombre que, en vez de irse a esquiar a Suiza en sus vacaciones de diciembre de 1938, se fue a Praga (entonces Checoslovaquia) ante el llamado de urgencia de su amigo Martin Blake, para encontrarse con el panorama de cientos de miles de refugiados judíos que le huían a las progresivas invasiones del ejército alemán.

De acuerdo con el diario inglés The Guardian, Winton dijo al respecto: “Yo sabía mejor que la mayoría, sobre todo mejor que los políticos, qué estaba pasando en Alemania. Con nosotros se estaban quedando refugiados alemanes, gente que sabía que su vida corría peligro”.

Winton, cuya familia había ‘anglicanizado’ su apellido judío a su llegada a Inglaterra, aprovechó que ese país recién había abierto sus fronteras para niños judíos –solamente niños– y los contactos de alto rango que tenía para organizar la salida de 669 pequeños, que eran entregados por sus padres para salvarlos de los campos de concentración.

De esa manera, Winton, Blake, Doreen Warriner and Trevor Chadwick alcanzaron a organizar ocho viajes en tren que salían de Praga (en una Checoslovaquia ya invadida por Alemania), pasaban por territorio nazi, Holanda y llegaban a Londres, en donde los niños eran recibidos por familias adoptivos que Winton y sus parientes habían encontrado. Ningún menor podía entrar al país sin una familia que lo respaldara.

Su gran lamentación fue que un último tren, con 250 niños a bordo, nunca logró salir. Él, por su parte, tenía 29 años cuando logró esta hazaña.

Según reporta The Guardian, la leyenda de Winton nació el día que su esposa encontró los registros de los 669 niños trasladados a Inglaterra por cuenta de su marido y sus colegas en 1988, acabando así con medio siglo de silencio con respecto a sus acciones heroicas de guerra.

Sin embargo, un artículo de ese mismo diario publicado en 2014 (http://www.theguardian.com/world/2014/nov/09/british-schindler-nicholas-winton-interview) da cuenta de que el tema sí había sido discutido entre Winton y su familia, y que incluso en 1954, cuando él se lanzó a un cargo político local, divulgaba en su campaña que él era el hombre que había ayudado a evacuar a más de 600 niños durante la guerra.

Lo que sí es cierto es que en 1988, la familia de Winton le envió esos registros a un programa de televisión llamado ‘That’s life’ (Así es la vida). Winton asistió sin saber que muchos de los que lo rodeaban en el set hacían parte de la generación conocida como los ‘Niños Winton’.

“En contra de todas las probabilidades, él rescató a cientos de niños judíos de los nazis, un ejemplo perdurable de la diferencia que puede hacer la gente buena incluso en los tiempos más oscuros”, señaló Theresa May, parlamentaria conservadora británica y ministra del Interior.

Winton fue nombrado caballero en 2003, recibió la medalla de Héroe del Holocausto en 2010 en la casa del primer ministro británico (Downing Street), y en 2014 recibió el mayor reconocimiento del gobierno checo: la Orden del León Blanco.

“El mundo ha perdido a un gran hombre”, afirmó el primer ministro David Cameron.

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Por Redacción internacional

 

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