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‘Nadie se quiere comprometer con la aplicación de la Carta’

Mañana la OEA discutirá sobre posibles sanciones a Venezuela por su situación política inestable. El diálogo entre oposición y el gobierno de Maduro parece imposible.

Redacción El Mundo
22 de junio de 2016 - 04:20 a. m.
Carlos Romero, profesor de la Universidad Central, asegura que es vital que no se produzca una violencia generalizada, en caso de que no haya un referendo revocatorio este año. / Luis Ángel
Carlos Romero, profesor de la Universidad Central, asegura que es vital que no se produzca una violencia generalizada, en caso de que no haya un referendo revocatorio este año. / Luis Ángel
Foto: LUIS ANGEL

Esta es una semana clave para Venezuela. Ayer, en la Organización de Estados Americanos, los embajadores de los países miembros escucharon las palabras del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien hace parte de un grupo de exmandatarios que aboga por un diálogo entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro. “Demos una oportunidad al diálogo en Venezuela, entiendo esta tarea como un proceso de paz preventivo”, dijo Zapatero. En entrevista con este diario, el analista venezolano Carlos Romero se refirió a la labor de estos expresidentes pero, sobre todo, a la situación en Venezuela, en momentos en los que se define la posibilidad o no de un referendo revocatorio contra Maduro.

Esta semana Venezuela tiene dos citas claves en la OEA y en Unasur. ¿Qué cree que va a pasar?

Tenemos que añadir que hay otro proceso que es la confirmación de las firmas (para el referendo revocatorio) que se está realizando esta semana. Entonces tenemos lo siguiente: yo creo que ha habido un enorme retroceso en cuanto a las posibilidades de llegar a un acuerdo de negociación entre la oposición y el Gobierno en Venezuela por la actitud que ha tenido el Gobierno de atrasar a como dé lugar la posibilidad de la celebración del referendo revocatorio antes del 10 de enero del próximo año. Y, en segundo lugar, hemos observado que, a nivel internacional, ha habido una ofensiva por parte del Gobierno de desconocer la aspiración de la oposición de que se celebre ese referendo.

¿Entonces el objetivo es que el referendo no se haga este año?

Sí. Yo creo que el Gobierno está comprometido el día de hoy con alargar un pronunciamiento por parte de la OEA y por parte de Unasur, sobre todo en referencia a la aplicación de la Carta Democrática, que para el gobierno de Venezuela no es el mejor camino.

¿Por qué a la oposición no le gusta la iniciativa del diálogo?

En primer lugar, tengo entendido que a la OEA asistió solamente el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Eso me indica que, a lo mejor, tanto el expresidente Leonel Fernández, de la República Dominicana, como Ómar Torrijos, de Panamá, tienen algunas reservas respecto a cómo se ha manejado este tema el día de hoy. O es probable, también, que vayan a Unasur. La oposición no se opone al diálogo. La oposición se opone al diálogo que está planteado por parte del Gobierno. Por ejemplo, la oposición ha dicho, y con razón, que los expresidentes Zapatero, Torrijos y Fernández no le dan confianza y que debería haber otros mediadores que tengan una posición más neutral sobre lo que está pasando en Venezuela. Y, en segundo lugar, porque el Gobierno sigue insistiendo en que la oposición no está jugando limpio en relación al referendo revocatorio y que lo que está buscando es desestabilizar el país.

¿Qué es lo más difícil del diálogo para la oposición? ¿Y para el Gobierno?

La carta del Gobierno es muy clara: que no hay condiciones para un referendo revocatorio este año y que, por ello, hay que postergarlo. Y la carta de la oposición es todo lo contrario: que hay condiciones para el referendo y que el diálogo tiene que comenzar por aceptar que esa convocatoria al referendo es constitucional y viable.

¿Es el diálogo la única salida?

Hay varias salidas. Pero tenemos que dividir entre salidas de carácter pacífico y constitucional y otro tipo de salidas no constitucionales. En cuanto a las salidas constitucionales, está la posibilidad de que se haga una reforma a la Constitución para reducir el período presidencial, para convocar a una Asamblea Constituyente, para pedirle la renuncia al presidente de la República y, por supuesto, esperar y tener la confianza de que se puede ganar en el 2018 la elección presidencial. Y en cuanto a las salidas no constitucionales, me remito a la historia de América Latina, en la que este tipo de salidas ha llevado a situaciones lamentables.

¿Cuál cree que va a ser la actitud de los países latinoamericanos respecto a la posible invocación de la Carta Democrática?

Yo creo en este momento que la conducta de muchos gobiernos indica que hay una mayoría que está evitando por todos los medios que se vaya a aplicar la Carta Democrática. No podemos hablar que haya una alianza con Venezuela o una con Almagro. Pero lo que aflora, lo que se observa, es que la mayoría de los países no quieren verse comprometidos con la aplicación de la Carta Democrática.

¿Va a haber revocatorio este año o no?

Se me hace difícil hacer un pronóstico. Yo lo que puedo decir es que no quiero que lleguemos a una situación de violencia descontrolada.

¿Qué consejo le daría al chavismo?

Que no vayan a violar la ley. Ese, para mí, es el centro de todo, que respeten el orden constitucional y que se comprometan a esa salida pacífica. Lo mismo con la oposición.

¿Qué pasaría si no hay revocatoria este año?

Hay una elección presidencial a la vuelta de la esquina.

¿Qué pasó con las bases del chavismo?

El chavismo tiene un núcleo duro de 30 %. Lo que ha perdido el chavismo son simpatizantes y, básicamente, por razones económicas. Todo el sistema de apoyo a los sectores populares que había montado el presidente Chávez se desvaneció con la crisis petrolera y por las irregularidades que se han dado.

¿Cómo es la situación de seguridad en Venezuela?

Está muy mal. Este es un país en donde la seguridad debe ser controlada por la Policía, pero en muchos de los acontecimientos violentos han estado involucrados policías y militares. De tal manera que hay un desorden muy grande que ha derivado en un aumento de la inseguridad en el país.

¿Cuáles han sido los errores de la oposición en estos años?

El principal error de la MUD fue no reconocer a tiempo que el instrumento constitucional servía para la salida política y democrática dentro de un marco de unidad. Ese error fue corregido en el año 2008 y vemos los resultados. Desde ese año, los resultados siempre han sido positivos para la oposición. Las encuestas dicen que el elector venezolano ha ido cambiando su posición a favor de la MUD, independientemente de que sea por voto castigo o por voto a favor.

¿Cuán unida se mantendría la oposición si gana?

Yo creo que en términos generales se mantendría porque se llegaría al gobierno y llegar al gobierno y desplazar al régimen chavista obligaría a mantener una unidad. Mucho más difícil es escoger un candidato presidencial para esas elecciones. Pero por el camino que vamos, creo que hay bastante consenso sobre la manera en la que se va a dirimir el tema de las candidaturas.

¿Cuál fue el error de Maduro?

No entender que la crisis económica es producto de errores de la política económica: haberse mantenido tanto tiempo en su negativa a aceptar las sugerencias de los economistas venezolanos sobre la necesidad de flexibilizar la política cambiaria, de flexibilizar la política de créditos y aceptar la necesidad del concurso de la empresa privada para llevar adelante el país.

Por Redacción El Mundo

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