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Será Neil Gorsuch, de 49 años, considerado uno de los jueces más conservadores de Estados Unidos el que ocupe la silla del juez Antonin Scalia, quien murió en febrero de 2016, y cuya curul había dejado a la Corte Suprema de Estados Unidos incompleta. Con esta nominación, que deberá ser confirmada por el Senado -algo que se da por descontado ya que el Partido Republicano cuenta con los votos suficientes para confirmar el nombramiento- el tribunal más importante del país, que definirá en gran parte el legado de Donald Trump queda aún más conservadora.
De los nueve jueces que conforman el organismo, cuatro son liberales y cinco conservadores. Gorsuch es considerado un auténtico conservador. Estudió en tres de las escuelas de derecho más prestigiosas del país: Columbia, Oxford y Harvard. Como juez de la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito, falló en contra de la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama al considerar que la ley vulneraba la libertad de los grupos religiosos porque les obligaba a proporcionar seguros médicos que cubrieran los gastos en anticonceptivos.
Será Gorsuch quien desbloquee desiciones pendientes del alto tribunal como los derechos de los mexicanos en la frontera, las demandas por el uso de los baños de acuerdo con la identidad sexual y más de una decena de demandas contra el presidente por la reciente orden ejecutiva de veto a la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana por 120 días y la prohibición de ingreso a refugiados sirios por 90 días.
El reemplazo de Scalia garantizar una tendencia ideológica que durará décadas, ya que los nueve jueces de la Corte Suprema tienen carácter vitalicio, lo que les da un poder de influencia incluso más perdurable que el del presidente.
"Usaré todo mi poder para hacer cumplir la Constitución", dijo el nominado de Trump. "El juez Scalia fue un león de la ley (...)", agregó al decir que será extrañado en la máxima corte.
Gorsuch es la mejor ficha de Trump para convencer al juez Anthony Kennedy, el más centrista de los conservadores, quien en ocasiones ha inclinado la balanza hacia el grupo liberal del Tribunal Supremo. El nominado de Trump trabajó como secretario de dos jueces del Tribunal, Byron White y Kennedy. También estuvo en el Departamento de Justicia y su mamá fue funcionaria de Ronald Reagan en la agencia de medioambiente.
Actualmente es juez del Tribunal de Apelaciones del Décimo Distrito (Colorado, Kansas, Nuevo México, Utah, Wyoming y algunos sectores de Oklahoma) por nominación de George W. Bush. Todas sus sentencias han sido conservadoras.
Ha declarado su admiración por el juez Scalia y su devoción al orginalismo (La interpretación original de la Constitución). "Los jueces deberían esforzarse, si bien humana e imperfectamente, a aplicar la ley tal como es, mirando hacia atrás, no hacia delante, en busca de que el texto, la estructura y la historia decidan lo que un lector razonable en el momento de los sucesos en custión hubiera interpretado que decía la ley", dijo en un discurso en la universidad de Case Western Reserve poco después de la muerte de Scalia.
Gorsuch es un devoto episcopal y es defensor de la libertad religiosa. Los conservadores tradicionales y los que apoyaron a Trump valoran mucho que se manifestó en contra de la Ley de Salud Accesible (Obamacare) por considerar que la anticoncepción atropella algunas creencias. En cambio, tiene una posición ambigua ante el aborto, aunque a ambos lados del debate interpretan que, dada su visión de la eutanasia, probablemente se incline en contra.