Niño de 10 años murió en el tobogán más alto del mundo

El hijo de un legislador estadounidense perdió la vida en el Verrückt, una estructura de 51 metros de alto.

Redacción Internacional
08 de agosto de 2016 - 11:54 a. m.
Niño de 10 años murió en el tobogán más alto del mundo

Un niño de 10 años perdió la vida en un trágico accidente en el Verrückt, una de las atracciones más populares del Parque Acuático Schlitterbahn, en Kansas.

La víctima, quien falleció en un accidente en el tobogán de agua más alto del mundo, fue identificada como Caleb Thomas, hijo del legislador estadounidense Scott Schwab, representante republicano de Olathe y un reconocido político de la ciudad.

Mientras que la policía local señaló que la muerte de Caleb, de 10 años, se produjo por un "accidente", varios testigos afirmaron que el arnés con el cual debían sujetarse no estaba funcionando de manera correcta.

Al parecer, el menor cayó de la atracción, sin embargo, las autoridades no han explicado de manera exacta qué fue lo que sucedió. Tampoco se aclaró si el menor cumplía con los requisitos mínimos de estatura para ingresar a la atracción. (Lea: Aparatosa caída de un hombre de un tobogán en Estados Unidos)

Por su parte, las directivas del parque acuático se comprometieron a realizar una exhaustiva investigación para determinar con precisión las causas de la muerte del niño. "Honestamente no sabemos qué ocurrió. Esto es algo que no había pasado antes", declaró Winter Prosapio, portavoz del parque.

Los padres de Caleb, que aún no se explican lo que sucedió, emitieron un comunicado en el que agradecen las oraciones y apoyo de la comunidad. "Desde el día que nació, trajo abundante alegría a nuestra familia y a todos los que estuvieron en contacto con él. Mientras tratamos de arreglar nuestra casa sin él, estamos reconfortados de que él creía en nuestro Salvador Jesús, y que ellos están ahora juntos para siempre. Lo veremos otro día".

El Verruckt (que en alemán significa “loco”), es un tobogán de 51 metros de que hace que la gente se deslice a una velocidad de 150 kilómetros por hora, es considerado como el más alto del mundo, según el Libro Guinness de los Récords.

Este no es el primer accidente que se presenta por falta de seguridad. De hecho, en 2014 esta atracción debió ser rediseñado por el riesgo que implicaba para los visitantes, ya que en varias pruebas las balsas salieron volando del mecanismo de rieles que los desliza. Sin embargo, las mejoras no fueron suficientes para impedir esta tragedia.

En la página oficial del parque Schlitterbahn dice que los aventureros que decidan subirse a este tobogán "tal vez están un poco locos”.  Y añade que "es más alto que las cataratas del Niágara, más alto que la Estatua de la Libertad de sus dedos de los pies a la antorcha. Es el doble de la altura de la ola más alta jamás alcanzada".

Por Redacción Internacional

 

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