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Nuevo presidente de Irán, frente a importantes desafíos económicos y diplomáticos

Hasan Rohani, religioso moderado de 64 años, ganó con 50,68% de los votos. Marca el regreso de los moderados y los reformistas al gobierno.

Cyril Julien / Afp
16 de junio de 2013 - 06:02 p. m.
Hasan Rohani, nuevo presidente iraní.
Hasan Rohani, nuevo presidente iraní.

Los reformistas y la prensa iraní saludaron el domingo la victoria presidencial del clérigo moderado Hasan Rohani, que pone fin a ocho años de gobierno conservador, aunque el presidente electo deberá enfrentar importantes desafíos económicos y diplomáticos.

El presidente de Siria, Bashar al Asad, afirmó el domingo que su país desea "reforzar las relaciones" con Irán, su aliado estratégico, en un mensaje de felicitaciones a Rohani.

"Siria está decidida a reforzar las relaciones de amistad y a desarrollar la cooperación entre los dos países en todos los campos", expresó Asad en un mensaje divulgado por la agencia oficial de noticias Sana.

Poco antes, el primer ministro sirio, Wael al Halaqi, había afirmado que el gobierno de Damasco tenía interés en "desarrollar" las relaciones con Irán.

Este domingo Rusia, aliado de Irán, felicitó a Rohani por su victoria y pidió estrechar los vínculos entre los dos países. Además, varias monarquías árabes del Golfo señalaron que esperan mejorar las relaciones con el nuevo presidente iraní.

En Líbano, el Hezbolá chiita libanés estimó que el sucesor de Mahmud Ahmadinejad traía "esperanza".

Israel, en cambio, exhortó a la comunidad internacional a mantener la presión sobre Irán para obligarlo a cesar sus actividades nucleares.

Por su parte, Australia pidió a Rohani que reanude las negociaciones con las grandes potencias sobre la cuestión nuclear "en forma seria".

El presidente electo preconiza una política más flexible ante las grandes potencias para suavizar las sanciones, pero quiere que los países occidentales "reconozcan los derechos de la República islámica" en las discusiones sobre el tema nuclear.

Estados Unidos señaló que está "dispuesto a colaborar directamente" con Irán, pero esta cuestión, así como los otros temas estratégicos, está bajo la autoridad directa del ayatolá Alí Jamenei.

A nivel interno, los Guardianes de la Revolución, el ejército de elite del régimen, dijeron en un comunicado estar "dispuestos a cooperar totalmente con el próximo gobierno en el marco de sus misiones previstas por la ley".

Bajo las órdenes directas del Guía Supremo Jamenei, los Guardianes lograron obtener los últimos años un poder económico con el que Rohani deberá lidiar.

Una distensión con los países occidentales permitiría a Irán mejorar su imagen, afectada por la represión del movimiento de contestación en 2009 y las declaraciones intempestivas del expresidente Mahmud Ahmadinejad.

Ahmadinejad, quien entre otras declaraciones controvertidas negó la existencia del Holocausto judío, "era el rostro de Irán en el mundo. Esta imagen va a cambiar. Ahora será la de un hombre tranquilo, sereno, con un discurso moderado", opinó un experto iraní que solicitó el anonimato.

La prensa reformista iraní manifestó su alegría este domingo. "El sol de la moderación se levantó", anunciaba el periódico reformista Arman, mientras que Etemad evocaba "el saludo de Irán al jeque de la esperanza". La prensa conservadora prefería elogiar la confianza de la República Islámica expresada por los electores, que votaron masivamente.

Y la prensa ya comenzaba a especular sobre la composición del gobierno. El nuevo presidente asumirá el 3 de agosto. El sábado por la noche Rohani se reunió con el presidente del Parlamento, Alí Larijani, para discutir la composición de su gabinete, que debe ser aprobado por los diputados, indicó la página internet del Parlamento.

Rohani, un religioso moderado de 64 años, sorprendió el sábado al imponerse en la primera vuelta electoral con 50,68% de los votos. Esta victoria marca el regreso de los moderados y los reformistas al gobierno.

El presidente electo, ex jefe de los negociadores para el tema nuclear entre 2003 y 2005, se vio beneficiado por la unión de los moderados y los reformistas, así como por una importante movilización de los electores. La tasa de participación alcanzó 72,7%.

"Irán organizó la elección más democrática del mundo", se felicitó el ex presidente moderado Akbar Hashemi Rafsanyani, en respuesta a las críticas del relator especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Irán, Ahmed Shaheed, según las cuales estos comicios no fueron "libres".

Las potencias occidentales y la ONU impusieron sanciones a Irán para obligarlo a cesar sus actividades nucleares. El resultado fue un alza del desempleo, una inflación superior al 30% y una depreciación del rial de casi 70%.

La primera repercusión en la economía de la elección de Rohani fue la apreciación del rial de 10% el sábado por unas horas. 

Por Cyril Julien / Afp

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