El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó este jueves que los ataques aéreos en Irak permitieron eliminar la sede del grupo yihadista del Estado Islámico (EI) cuya presencia según él amenazaba la vida de miles de refugiados.
"La situación en las montañas mejoró y los estadounidenses deberían estar orgullosos de nuestros esfuerzos porque gracias a las competencias y profesionalismo de nuestros militares y a la generosidad de nuestro pueblo hemos eliminado la sede del EI en el Monte Sinjar y hemos salvado muchas vidas inocentes", se congratuló Obama al precisar que el ejército de su país seguirá llevando a cabo ataques aéreos contra el EI en el norte de Irak.
Al haber autorizado ataques aéreos en el norte de Irak y reconocido que no cuenta con un "calendario preciso" sobre el tema, el presidente estadounidense, Barack Obama, se involucró en una situación que podría acompañarlo hasta el fin de su mandato.
No hay soldados en el tierra, pero sí ataques aéreos precisos contra los yihadistas del Estado Islámico, y fueron despachados consejeros militares al lugar (130 acaban de sumarse a los ya presentes).
Pero al afirmar que Estados Unidos estaba dispuesto, en función de la evolución del clima político en Bagdad, a ayudar a un nuevo gobierno "en su lucha contra las fuerzas terroristas", el mandatario dio un paso adelante. "Obama parece haber adoptado una estrategia de compromiso militar duradero en Irak", considera Anthony Cordesman, del Center for Strategic and International Studies, al saludar una estrategia quizá "adecuada", pero que también implica "altos riesgos".