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Las ocho claves que deciden las elecciones en Estados Unidos

Las elecciones del próximo martes 6 de noviembre en Estados Unidos serán, sin duda, unas de las más reñidas de los últimos años.

Yolanda Monge y David Alandete / Especial de ‘El País’
03 de noviembre de 2012 - 12:37 p. m.
El mundo entero está a la espera de la elección presidencial del próximo martes en Estados Unidos.  / AFP
El mundo entero está a la espera de la elección presidencial del próximo martes en Estados Unidos. / AFP

En este momento, el presidente Barack Obama y su rival republicano, Mitt Romney, están empatados.

Estados Unidos es un país polarizado en los temas que surgen inevitablemente como importantes cuestiones de campaña en cada elección presidencial. Asuntos como el aborto o los impuestos son recurrentes. Otros, como el matrimonio homosexual o la reforma sanitaria, tienen en esta ocasión mayor relevancia debido a la agenda legislativa del presidente. Pero el 6 de noviembre, cuando los ciudadanos vayan a votar, habrá dos asuntos de vital importancia en sus mentes: el desempleo y el déficit.

Hasta este momento, las encuestas muestran un virtual empate entre el presidente, Barack Obama, y su rival republicano, Mitt Romney. Sin embargo, el consolidado nacional de la página Real Clear Politics señala que a cuatro días de las elecciones el presidente Obama presentaba un leve ascenso, con 47,5% frente a 47,2% de Romney.

Politólogos y analistas recuerdan que fue una combinación de votantes jóvenes, mujeres, afroestadounidenses e hispanos la que catapultó a Obama a la presidencia de Estados Unidos en 2008; sin embargo, los hombres blancos de la clase trabajadora podrían ser quienes decidan si permanece en la Casa Blanca. La coalición que potenció la histórica candidatura de Obama hace cuatro años aún apoya ampliamente al presidente, pero las preocupaciones sobre las perspectivas de empleo y el estancamiento de la economía han socavado aquel entusiasmo.

“Ha perdido apoyo, hasta cierto punto, en todo el espectro, con la excepción de los hispanos y los afroestadounidenses”, señaló a la AFP Scott Keeter, del Pew Research Center. “La cuestión de si las diferentes partes de su coalición de 2008 aparecen en la misma proporción que hace cuatro años es vital y es algo que nadie puede responder en este momento”, agregó.

En 2008, más del 95% de los electores afroestadounidenses votaron por Obama. También ganó el voto hispano, que crece rápidamente, por un margen de 67% contra 31%. Dos tercios de los menores de 30 años votaron por Obama e inyectaron la energía de su campaña en internet. También captó entonces el 56% del voto femenino, comparado con el 51% logrado por el demócrata John Kerry en 2004.

Por otra parte, el núcleo de apoyo a los candidatos republicanos hacia la presidencia proviene de votantes blancos preocupados por los impuestos y recelosos del gasto público, así como de conservadores religiosos que se oponen al matrimonio homosexual y al aborto.

Reforma sanitaria

 

La reforma del sistema de salud de EE.UU. se había ido aplazando en diversas presidencias hasta que Barack Obama firmó la ley que la hizo posible, obligando a la inmensa mayoría de los estadounidenses a adquirir seguro médico.

El aspirante republicano a la presidencia, Mitt Romney, ha prometido revocarla. Uno de los puntos clave en estas elecciones es el relativo al seguro médico público para mayores, Medicare. Tanto Obama como Romney han dicho que lo quieren “preservar”, en una clara apelación al voto de los jubilados, decisivo en estados como Florida. Sin embargo, Paul Ryan, número dos republicano, ha introducido en el Congreso numerosas propuestas para reformarlo y someterlo a duros recortes.

Matrimonio homosexual

 

El pasado mes  de mayo, el presidente Obama dijo que creía que “las parejas del mismo sexo deberían poder casarse”. Previamente, su administración había dejado de defender en los tribunales la ley que prohíbe las uniones entre personas del mismo sexo a nivel federal. La suya es la administración que más se ha alineado con las demandas de libertades civiles por parte del colectivo gay. En 2011 logró que el Senado permitiera a los homosexuales servir abiertamente en el Ejército. A pesar de que Romney era gobernador de Massachusetts cuando este estado se convirtió en 2003 en el primero de EE.UU. en legalizar las uniones gays, su plataforma electoral defiende la idea de matrimonio tradicional, es decir, heterosexual. Como George W. Bush, Romney apoya la aprobación de una enmienda constitucional que defina el matrimonio como la unión exclusiva entre un hombre y una mujer.

 

Inmigración

Lejos de acometer una reforma migratoria, como le han pedido numerosos grupos hispanos, el presidente Obama se ha limitado a detener las deportaciones de un millón de extranjeros sin papeles, menores de 30 años. Si logra un segundo mandato, es probable que el presidente abra la vía a una reforma del sistema migratorio al nivel de la que hizo Ronald Reagan, abriendo así el camino de la legalización a una gran parte de los 12 millones de indocumentados del país. Romney, por su parte, ha defendido una idea a la que ha llamado “autodeportación”. En enero, en un debate, dijo que favorece una política que haga imposible a los indocumentados encontrar empleo en EE.UU., “para que finalmente decidan que las cosas les saldrán mejor en sus países, pues no encuentran trabajo aquí”.

 

Impuestos

El presidente ha propuesto eliminar las disminuciones de impuestos que su predecesor en el cargo aprobó para las rentas más altas. En 2001 y 2003, George W. Bush redujo las tasas al 2% de contribuyentes con ingresos de más de US$250.000. Obama aceptó prorrogar esas reducciones en 2010, pero se niega a volver a hacerlo cuando expiren, a finales de año. Mantiene que de ese modo se podría reducir la deuda pública en US$600.000 millones. Romney, por su parte, ha hecho de la prórroga de las bajadas de impuestos a las rentas altas una de sus banderas electorales. Su número dos, Paul Ryan, propuso en 2010 la eliminación total de los impuestos sobre las ganancias del capital. Aquello le hubiera permitido a Romney entregar sólo un 0,87% de sus ganancias al fisco, ya que la inmensa mayoría de los 20 millones que declara al año proviene de inversiones financieras.

 

Aborto

Barack Obama  apoya la decisión del Tribunal Supremo que en 1973 legalizó la interrupción del embarazo. Romney no siempre ha tenido la misma posición frente al aborto. Hoy día se opone a él, excepto en casos de incesto, violación o peligro para la vida de la madre.

En 1994, durante un debate para el Senado de Massachusetts, explicó que no creía en el acto de imponer sus creencias sobre nadie y que apoyaba el derecho de las mujeres a elegir.

 

Empleo

Mitt Romney proclamó en su discurso de aceptación de la nominación republicana en Tampa (Florida) que “América necesita muchos trabajos”. Prometió crear 12 millones de empleos en una economía con un 8,3% de desocupación. El candidato dice que los requisitos para lograrlo son reducir el gasto público a un 20% del PIB y reducir los impuestos a la renta de las empresas de un máximo de 35% al 25%. Barack Obama presentó al Congreso hace un año la Ley para el Empleo en América. Con esa legislación, paralizada en el Capitolio, pretende ampliar el mercado de trabajo en dos millones de personas

 

En el año 2007, sin embargo, informó en una entrevista que ya no era de ese parecer y que su posición anterior era errónea.

 

Déficit

Uno de los  cimientos de la campaña de Romney es eliminar el déficit público, de US$15,8 billones. El candidato republicano ha hecho promesas diversas, a veces no coincidentes. En campaña de primarias dijo que eliminaría la deuda en 2020. En agosto, sin embargo, su campaña rebajó esas aspiraciones, y matizó que reduciría el gasto en 500.000 millones de dólares al año de aquí a 2016. Obama ha sido atacado por numerosos políticos republicanos por haber aprobado un paquete de estímulo económico de US$787.000 millones. En 2011 pidió aumentar el límite de endeudamiento del Gobierno, algo a lo que se opusieron los republicanos en el Congreso. Estados Unidos quedó al borde del impago de sus deudas, lo que provocó una degradación de su valoración crediticia.

 

Política exterior

Obama cumplió  dos de los principales objetivos que se marcó como candidato: ordenar el repliegue militar en Irak y Afganistán. El presidente mantuvo una doctrina claramente multilateral, de toma de decisiones a través de foros internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU. Su retórica respecto a Irán ha sido notablemente menos belicosa que la de Bush, aunque eso no ha servido para que el régimen desista de su programa nuclear. Romney ha sido el primer republicano desde 1952 en ser nominado sin mencionar la palabra “guerra”. Como candidato, Romney se comprometió a estrechar la alianza entre Tel Aviv y Washington frente a la amenaza de Irán.

 

 

 

 

 

 

 

Por Yolanda Monge y David Alandete / Especial de ‘El País’

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