Representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) visitarán Venezuela este "verano" en una misión de alto nivel con representantes sindicales y empresariales que investigarán denuncias de ataques al sector privado en este país.
La misión tripartita, con "personalidades" de la comunidad empresarial, sindical y de la OIT, pretende examinar "la intimidación y acoso hacia la comunidad empresarial" por parte del Gobierno, según un comunicado de la Organización Internacional de Empleadores (OIE) difundido hoy en Caracas por medios locales.
El documento señala que la OIT "ha estado examinando desde 2003, en el marco del caso 2254, presentado por la OIE y (la patronal) Fedecámaras, las permanentes violaciones a los derechos fundamentales" en Venezuela.
El secretario general de la OIE, Antonio Peñalosa, indica, de acuerdo con el texto, que esa organización "se felicita que el Gobierno haya aceptado la Misión y se abra la puerta del diálogo para resolver las numerosas denuncias empresariales acumuladas en la OIT, a las que las autoridades venezolanas no han querido por ahora dar una respuesta positiva".
Además, señala que esta misión "es la primera de la OIT en Venezuela y servirá para examinar sobre el terreno y detalladamente todas las denuncias presentadas por la OIE contra el Gobierno de Venezuela en los últimos años".
Los ataques a Fedecámaras y a sus miembros serán uno de los aspectos destacados del informe.
Fuentes de Fedecamaras consultadas por Efe remitieron cualquier comentario sobre el tema a una rueda de prensa que tendrá lugar mañana, viernes.
La comisión también revisará las críticas sobre la falta de diálogo social y las restricciones de libertad expresión en los medios de comunicación independientes.
Los resultados de la misión, cuya composición está aún por definir, serán presentados al Consejo de Administración de la OIT el próximo noviembre.
Tras las elecciones legislativas del pasado septiembre, Chávez prometió fortalecer su proyecto de economía socialista, que incluye el control estatal de la producción a través, entre otros mecanismos, de las expropiaciones.
Chávez ha acusado en numerosas ocasiones de golpistas a los dirigentes de Fedecámaras, cuyo presidente en abril de 2002, Pedro Carmona, se autoproclamó gobernante de Venezuela y ahora está exiliado en Colombia.