Se argumenta que su juicio no estuvo en consonancia con los estándares internacionales de justicia.
El grupo de trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre detenciones arbitrarias, criticó a Irán por no haber acusado a Amir Hekmati durante los seis meses posteriores a su arresto en agosto de 2011 y por dejar que su abogado solo lo viera brevemente, sin acceso al archivo del caso.
El panel dijo que el no respeto por parte de Irán de normas internacionales en el caso "es de una gravedad tal que confiere a la privación de libertad de Hekmati un carácter arbitrario".
"El grupo de trabajo considera que teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso, el remedio adecuado sería la liberación de Hekmati", añadió.
El exmilitar irano-estadounidense de 30 años fue detenido en Irán por espionaje, pero según su familia estaba de visita para ver a su abuela.
A pesar de los desmentidos del gobierno estadounidense fue condenado a muerte, pena anulada en marzo de 2012 por la Corte Suprema iraní.