El Consejo de Seguridad de la ONU renovó este lunes el régimen de sanciones contra los talibanes y advirtió del riesgo que plantea la presencia de yihadistas del Estado Islámico (EI) en Afganistán.
A grandes rasgos, las sanciones -que incluyen bloqueos de activos, prohibiciones de viaje y embargos de armas a individuos y entidades- se mantendrán sin cambios durante otros 18 meses.
En la resolución con la que prorrogó ese régimen, el Consejo de Seguridad advirtió, entre otras cosas, de la "creciente presencia y futuro potencial de crecimiento" de grupos vinculados al EI en Afganistán.
El representante de la ONU en el país, Nicholas Haysom, explicó posteriormente a los periodistas que la presencia del grupo es aún "limitada" y, por ahora, su amenaza es mucho menor que la de los talibanes.
Haysom, que dijo que no hay cifras claras sobre la fuerza de la organización en el país asiático, pidió "ni "exagerar ni subestimar" la importancia del EI en Afganistán.
"Ciertamente es preocupante que tengan una presencia allí", dijo el diplomático, que consideró que el grupo yihadista puede ser un nuevo polo de atracción para la población afgana más descontenta.
Haysom compareció ante el Consejo de Seguridad prácticamente al mismo tiempo en que llegaban de Afganistán las noticias de un ataque suicida que acabó con la vida de seis militares estadounidenses.
También se produjo pocas horas después de la caída en manos de los talibanes de un estratégico distrito en la provincia de Helmand, en el sur del país.
El enviado de la ONU recordó que los talibanes ya lograron en el pasado tomar esa zona y consideró que el acontecimiento es más importante por lo que puede decir sobre una mayor expansión del grupo en esa área.