La jefa de operaciones humanitarias de la ONU, Valérie Amos, pidió este viernes al Consejo de Seguridad que presione de manera constante al gobierno sirio y a los grupos rebeldes para que dejen pasar la ayuda humanitaria necesaria en numerosas regiones.
Amos destacó que la ONU no puede acceder desde hace más de un año a 2,5 millones de civiles aislados en zonas de Siria en las que los combates son más violentos.
Agregó que además de los cerca de 115.000 muertos, a causa de la guerra se expanden las enfermedades graves como la polio, al tiempo que el cáncer y la diabetes provocan muchas víctimas por la falta de medicamentos.
"Las palabras, aunque puedan chocar, no pueden describir la cruel realidad de la Siria actual", dijo Valérie Amos a los representantes de los 15 países miembro del Consejo de Seguridad.
Este organismo, muy dividido desde el comienzo del conflicto hace dos años y medio, se puso de acuerdo recientemente sobre una declaración no vinculante que exige el libre acceso para la ayuda humanitaria.Amos constató que los llamados a un cese el fuego fueron completamente ignorados sobre el terreno. Y las Naciones Unidas no hicieron ninguna gestión importante estas últimas semanas ante el gobierno sirio.
"Sin una presión real y constante del Consejo de Seguridad sobre el gobierno sirio y los grupos de oposición en el terreno, será imposible que se registren progresos", dijo Amos.
El secuestro de personal humanitario y los desvíos de camiones con ayuda para la población "son cada vez más frecuentes", al punto de que muchos conductores se niegan a formar parte de los convoyes, pues temen por sus vidas, se lamentó Amos.