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ONU teme una guerra total en Ucrania

Los separatistas prorrusos pidieron una urgente reanudación de las negociaciones de paz con el gobierno de Kiev.

Redacción Internacional
14 de noviembre de 2014 - 11:48 a. m.
 Peatones observan un edificio que resultó dañado tras un bombardeo en Donetsk (Ucrania). / EFE
Peatones observan un edificio que resultó dañado tras un bombardeo en Donetsk (Ucrania). / EFE
Foto: EFE - PHOTOMIG

 La ONU teme una guerra total en Ucrania y los países occidentales aumentan su presión a Rusia, con amenazas de nuevas sanciones. Moscú, sin embargo, niega que esté enviando material bélico a las regiones separatistas para lo que sería una “invasión mayor”.

El gobierno de Kiev y los occidentales acusan a Rusia de la agravación del conflicto en el este de Ucrania, donde ya han muerto más de 4.000 personas desde abril y el alto el fuego decretado en septiembre ha sido violado en varias oportunidades. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que tiene observadores en la zona, confirmó la llegada de material militar y la OTAN dijo que se trata de refuerzos rusos.

Philip Breedlove, comandante en jefe de las fuerzas aliadas de la OTAN en Europa, ha dicho que en los últimos dos días "hemos visto columnas de material ruso, tanques rusos, sistema de defensa antiaéreos rusos, artillería rusa y tropas de combate rusas entrando en Ucrania". El gobierno de Ucrania, que desde el viernes pasado denuncia la entrada de convoyes militares rusos en su territorio, acusa por su parte a Moscú de estar preparando "una invasión masiva"."

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, había asegurado el martes que la Unión Europea no tiene previstas nuevas sanciones excepto la posibilidad de incluir nuevos nombres de responsables prorrusos en la lista de sancionados. Sin embargo, la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki, dijo este jueves que Estados Unidos "continúa trabajando" con la Unión Europea con miras a instaurar nuevas sanciones contra Rusia por su "comportamiento inaceptable".
Moscú rechaza las acusaciones

Moscú dice que las acusaciones de la OTAN no tienen fundamento y ha rechazado los intentos de crear un "sentimiento antirruso" en Europa. Ha denunciado además el "aumento de la presencia militar extranjera muy cerca de las fronteras rusas".

El representante ucraniano en la ONU, Yuri Sergueev, aseguró el miércoles en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad que Rusia tiene en la frontera ucraniana cerca de 39.000 militares, 200 tanques, 640 sistemas de artillería y más de 120 aviones de combate. Según Sergueev, las tropas rusas y los rebeldes podrían intentar primero tomar las regiones ucranianas rebeldes de Donetsk y Lugansk, que ahora los rebeldes prorrusos sólo controlan en parte, y luego intentar crear un corredor hacia la Península de Crimea, anexada por Rusia en marzo.

Este conflicto se agudizó desde las elecciones del pasado 2 de noviembre organizadas por los rebeldes en las zonas separatistas, denunciadas por Ucrania y los países occidentales, pero cuyo resultado fue reconocido de facto por Rusia. Mientras tanto, los combates continúan en el este, donde en los últimos días han muerto al menos cuatro soldados ucranianos.


Negociaciones urgentes

En medio de la creciente tensión, los separatistas prorrusos pidieron una urgente reanudación de las negociaciones con Ucrania. "Insistimos en que el Grupo de Minsk debe reunirse de inmediato con la participación de representantes de la OSCE, Ucrania y Rusia", afirmó Denís Pushilin, negociador jefe de la autoproclamada república popular de Donetsk.

En un comunicado divulgado por las agencias rusas, Pushilin aseguró que los representantes separatistas están dispuestos a "viajar a Minsk en los próximos días y ponerse a trabajar". "Cualquier intento de arreglar el conflicto sin la participación de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk será inútil y llevará inexorablemente el proceso negociador a un callejón sin salida", advirtió. Además, confirmó que los rebeldes se mantienen fieles al formato de los acuerdos de Minsk, en los que se declaró un alto el fuego el 5 de septiembre y se firmó un Memorándum de paz dos semanas después, con participación de Rusia, la OSCE, las repúblicas de Donetsk y Lugansk, y también Ucrania.

Los rebeldes incluso pidieron una revisión del mecanismo de control de los acuerdos de paz de Minsk con el argumento de que la OSCE no puede garantizar ni el alto el fuego ni el trazado ni de una línea de separación entre ambos bandos. "Necesitamos una fuerza que pueda garantizar el cumplimiento de los acuerdos de paz alcanzados durante las reuniones del Grupo de Contacto en Minsk", dijo Andréi Purguín, viceprimer ministro de la república popular de Donetsk.
 

Por Redacción Internacional

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