Opositores se juegan su futuro

La recaída de Hugo Chávez abre un nuevo escenario en la política de Venezuela. Con unos comicios electorales a la vuelta de la esquina, se abre una posibilidad para la oposición.

El Espectador
10 de diciembre de 2012 - 05:00 p. m.
Henrique Capriles, excandidato presidencial, continúa ahora su campaña por la gobernación del estado de Miranda.  / EFE
Henrique Capriles, excandidato presidencial, continúa ahora su campaña por la gobernación del estado de Miranda. / EFE

Desde el sábado la Venezuela socialista de Hugo Chávez ya no es la misma. La noticia de la enfermedad del presidente viene en desarrollo desde hace más de año y medio, con largas etapas de ausencia informativa, de especulaciones futuristas y de curas transitorias. No obstante, hasta ahora, nunca un mensaje había sido tan diciente como el pronunciado por Chávez en la noche del sábado. El guerrero de la revolución, siempre en guardia y disposición de alentar a su tropa, hablaba de otra manera, como si la victoria se le estuviera escapando de las manos, en un discurso que parecía de despedida y advertía que si algo llegaba a pasar estaban el vicepresidente de la República, Nicolás Maduro, y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, para hacer frente.

“El juego de pelota cambió”, como dicen los fanáticos del béisbol. El cáncer, que al parecer nunca se ha ido, volvía a aparecer en un mal momento, apenas dos meses de que Chávez triunfara en las presidenciales que garantizaban su permanencia en el Palacio de Miraflores hasta 2019. Los votos hicieron poderoso al presidente, pero los votos no son suficientes para intervenir su salud y ahora las incógnitas se abren sobre qué podrá venir y el país se prepara para elegir a sus gobernadores el próximo domingo.

Este punto, las elecciones, ha resultado clave en estos días de incertidumbre. Las voces de la conspiración insisten en que se trata de una estrategia para dar el impulso definitivo a los candidatos chavistas, favoritos en la amplia mayoría de los estados de la nación y que la enfermedad sigue siendo un invento. Algunos analistas apuntan a que ya no se puede dudar de las dolencias, pero que la coyuntura será bien aprovechada por el oficialismo: el general retirado Fernando Ochoa Antich, exministro de Defensa y excanciller, por ejemplo, escribió en su columna de ‘Analítica’ que un arrollador triunfo electoral el domingo abriría la puerta para que el oficialismo impulsara una reforma constitucional que permitiera a Hugo Chávez escoger su sucesor a mano alzada, sin necesidad de acudir a las urnas.

Para una idea como estas, los plazos parecen muy cortos. En diálogo con El Espectador, el también excanciller Simón Alberto Consalvi advierte que el verdadero punto de inflexión se dará cuando llegue el 10 de enero, el día que ‘El Comandante’ se posesionará nuevamente para renovar un nuevo período como máximo líder de Venezuela: “Ese día todos los ministros, todo el gabinete, tendrá que ser renovado. Maduro, por citar un caso, tendría que ser ratificado. Llamar a una reforma constitucional tomaría su tiempo, porque es un procedimiento complejo y en circunstancias como las actuales sería visto como un golpe de Estado”.

Consalvi está convencido de que el orden constitucional dictará el futuro de Venezuela. Si Hugo Chávez no puede continuar, a Diosdado Cabello le corresponderá llamar a elecciones presidencial en los 30 días siguientes y entonces Maduro, como lo ungió Chávez, debería enfrentarse a un candidato opositor”. “En todo caso, con la vista puesta en los comicios de este domingo, la contienda quizá resulte complicada para los candidatos oficialistas, que han dedicado su campaña a resaltar los cercanos que son a Chávez, y lo positivo que eso resulta para el desarrollo de sus estados. Hoy está abierta la posibilidad de que Chávez no esté”.

Para el analista venezolano Sergio Dahbar, el último mensaje de Chávez resultó dramático y “quizá la gente que especuló que el presidente no estaba enfermo y que todo era una jugada política, no se deba estar sintiendo muy bien”. Él también ve improbable que la ruta de la sucesión vaya a estar marcada por una reforma constitucional, “aunque debo decir que con los años he aprendido que para el chavismo todo es posible”.

El escenario que se plantea Dahbar también es el del camino constitucional, aunque en ese contexto abre posibilidades para la oposición: “Este es un momento en que la oposición debe analizar muy bien, después de que la derrota de las presidenciales del 7 de octubre causara algunas discusiones y críticas a la campaña de Henrique Capriles. Creo que ellos ya tienen a su candidato, un hombre que en seis meses de campaña consiguió seis millones de votos. Sería interesante ver una contienda con Maduro, porque aún siendo el candidato de la oposición no tiene ni el carisma ni los votos de un monstruo político como Chávez.

El próximo domingo Henrique Capriles se medirá por la gobernación del estado de Miranda contra el exvicepresidente Elías Jaua, un hombre fuerte por demás dentro del chavismo. En una eventual ausencia de ‘El Comandante’ y aun siendo elegido gobernador, Capriles tendría la posibilidad de aspirar a la presidencia en caso de que Hugo Chávez decida dar un paso al costado.

Correa visita a ‘su hermano’

Miles de mensajes de apoyo al presidente venezolano, Hugo Chávez, quien está en Cuba para someterse a una operación por el cáncer que padece desde junio de 2011, inundaron ayer las redes sociales. Entre éstos figuraban los de la mayoría de mandatarios latinoamericanos, incluido el colombiano Juan Manuel Santos, y también el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, decidió ir hasta la isla para visitar al mandatario bolivariano, a quien considera su ‘hermano’. El gobernante ecuatoriano dijo que “vinimos a darle un abrazo en nombre de la patria ecuatoriana”, en “un gesto de solidaridad con un hermano de corazón”. El gobierno de EE.UU., por su parte, evitó pronunciarse sobre el cáncer de Chávez, sin embargo, pidió que si llega a ser necesaria una sucesión presidencial, se realice siguiendo lo estipulado por la Constitución del país.

Por El Espectador

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