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Papa nombra al número dos de la diplomacia vaticana en Colombia

Se trata del italiano Ettore Balestrero.

El Espectador
22 de febrero de 2013 - 02:37 p. m.
Papa nombra al número dos de la diplomacia vaticana en Colombia

El papa Benedicto XVI, quien sorprendió la semana pasada al mundo con su renuncia al papado, designó antes de su retiro al influyente número dos de la diplomacia vaticana, el italiano Ettore Balestrero, como nuncio apostólico en Colombia, informó este viernes el Vaticano.

Considerado una persona muy dinámica dentro de la Curia Romana, su nombramiento genera interrogantes en la prensa italiana, que habla de "una promoción envenenada", destinada a alejarlo del gobierno central de la Iglesia en un momento delicado.

Balestrero, de 47 años, graduado en derecho canónico, forma parte del servicio diplomático de la Santa Sede desde 1996 y era considerado el brazo derecho del Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, muy criticado por su gestión de la crisis del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el Banco del Vaticano, implicado en sospechas de blanqueo.

Ordenado sacerdote en 1993, Balestrero es graduado en Teología y tiene un doctorado en Derecho Canónico. El diplomático, que trabajó en las nunciaturas de Corea y Mongolia (1996-1998) y de Holanda (1998-2001), fue promovido por el pontífice saliente que le otorgó el título de arzobispo.

El nuevo nuncio en Colombia pertenece a la generación de jóvenes prelados con cargos directivos en el Vaticano y se encargó en los últimos años del pontificado de Benedicto XVI de asuntos candentes para la Santa Sede, ya que fue negociador con Jerusalén, China y Vietnam.

El nombre del nuevo embajador del Papa en Colombia aparece este viernes en la prensa italiana como uno de los prelados que controlan las finanzas del Vaticano y está involucrado en los escándalos por la filtración de documentos confidenciales del Papa, llamado Vatileaks.

Según el diario La Repubblica, Balestrero fue interrogado por los tres cardenales que investigan el caso.

El religioso formaría parte --según el rotativo--, de la trama de corrupción y tráfico de influencias en el Vaticano, que ensombrecen el Cónclave para la elección de un nuevo Papa tras la histórica renuncia de Benedicto XVI.

 

Por El Espectador

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