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Plazo límite para acuerdo nuclear iraní podría extenderse

La partes han reconocido que aún quedan pendientes temas en la negociación que se ha prolongado por dos años.

Con información de agencias
31 de marzo de 2015 - 06:38 p. m.
La vicepresidenta de la CE y alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini (izda), y el ministro iraní de Exteriores, Javad Zarif (dcha). / EFE
La vicepresidenta de la CE y alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini (izda), y el ministro iraní de Exteriores, Javad Zarif (dcha). / EFE

 Aunque se esperaba que este martes fuera el día decisivo para las negociaciones nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania), lo cierto es que el polémico programa nuclear iraní parece tener tantas aristas que las partes, a pocas horas de que expire el plazo de negociación, buscarán ampliar dicho límite para acordar asuntos aún sobre la mesa.

"Todavía hay otros temas que deben ser resueltos hoy o esta noche", dijo ante la prensa en Lausana el director político del ministerio de Exteriores iraní, Hamid Baidi Nejat, quien además recordó que no habrá un acuerdo "hasta que todos los temas estén resueltos".

Durante dos años ese país ha intentado llegar a un acuerdo con las grandes potencias que le permita desarrollar un programa atómico civil. Sin embargo las sanciones internacionales en contra de Irán, así como la certeza de que este país no busque armarse nuclearmente son algunos de los conflictos por resolver. Y es que entre 1984 y 2002 Irán desarrolló actividades nucleares clandestinas, lo que despertó el temor en la comunidad internacional. Las denuncias de un grupo opositor en el exilio llevaron a que en 2002 se supiera que Teherán había realizado actividades no declaradas, por fuera de su programa nuclear civil.

Lo cierto es que a pesar de que este martes a la medianoche (6 de la tarde hora colombiana), en Lausana, Suiza, donde se adelantan las negociaciones, se vence el plazo para presentar el acuerdo, cuyos detalles técnicos tendrán que quedar listos el próximo 1º de julio; el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, reconoció que las negociaciones nucleares con Irán "avanzan" aunque son "complicadas" y que podrían prolongarse hasta el miércoles. "Estamos avanzando, pero es complicado, largo y difícil. Creo que vamos a pasar toda la noche aquí", dijo el ministro francés en declaraciones a la prensa en el hotel Beau Rivage Palace donde se celebran las negociaciones multilaterales con Irán.

Estados Unidos, enemigo de Irán desde hace décadas, ha sido el país que más se ha implicado en las conversaciones en los últimos meses, aunque en la mesa de negociación se sientan también Alemania, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia.

En la tarde de este martes la Casa Blanca coincidió en que las negociaciones podrían extenderse hasta el miércoles y por tanto no cumplir con el plazo, si ello era "útil".

Por su parte, según el análisis de Baidi Nejat, todas las partes están "comprometidas con el proceso", aunque advirtió de que "todo el mundo debería tomar decisiones difíciles"

Vea las instalaciones nucleares de Irán

 
 

 

 

 

Vea los cinco puntos a resolver sobre la mesa

 

Estos son los cinco puntos que están sobre la mesa y que hoy deberían quedar resueltos.

El problema

Entre 1984 y 2002 Irán desarrolló actividades nucleares clandestinas, lo que despertó el temor en la comunidad internacional por la posibilidad de que pudiera hacerse con armas nucleares. Las denuncias de un grupo opositor en el exilio llevaron a que en 2002 se supiera que Teherán había realizado actividades no declaradas, por fuera de su programa nuclear civil.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha sido incapaz de garantizar que las ambiciones nucleares de Teherán supongan fines exclusivamente pacíficos, debido a la negativa iraní a permitir inspecciones exhaustivas en el terreno. En repetidas ocasiones, el organismo ha demandado a Irán más cooperación para esclarecer sus dudas. No obstante, las sospechas que surgieron en 2002 crecieron en los años siguientes, al punto que el país persa apareció como una amenaza para Occidente, y su presunta fabricación de armas nucleares pasó a ser un punto central en la agenda de seguridad mundial.

Prolongación de las tensiones

Las dudas sobre el programa nuclear de Irán surgieron cuando se reveló en 2002 la construcción no declarada de una planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Natanz y la de un reactor de agua pesada en Arak. A partir de 2003, Teherán accedió a someterse a inspecciones del OIEA, pero cuando Mahmud Ahmadineyad llegó al poder en 2005 empezó una época de falta de colaboración. En 2006, la junta de gobernadores del OIEA envió al Consejo de Seguridad de la ONU a Irán. En los siguientes años, el Consejo impuso sanciones a Teherán por no detener sus trabajos de enriquecimiento de uranio. A partir de 2012, la Unión Europea y Estados Unidos aplicaron sanciones adicionales a la economía iraní. La victoria del moderado Hasán Rohaní en las presidenciales de 2013 abrió la oportunidad de buscar una salida diplomática a la disputa. Bajo su mandato, el 24 de noviembre de 2013 Irán y el denominado Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) firmaron en Ginebra un histórico acuerdo interino que ha permitido las actuales negociaciones.

Un histórico acuerdo

En Ginebra se firmó un acuerdo interino por el que Irán accedió a congelar sus trabajos de enriquecimiento de uranio por encima de 5% y diluir sus reservas con una pureza de 20%. Para lograr una bomba atómica, el uranio debe estar enriquecido al 90%. Los analistas subrayan que dominar el proceso para purificar ese material al 20% permite elevar después su enriquecimiento hasta los umbrales de uso militar.
A cambio de esas medidas, las potencias levantaron parte de sus sanciones y desbloquearon activos de la venta de petróleo por valor de miles de millones de euros.

El 20 de enero de 2014 empezó a aplicarse este pacto por un período de seis meses para dar con una solución definitiva. Para el 20 de julio de 2014 no se había logrado el objetivo, pero los avances logrados hicieron que ambas partes ampliasen el plazo hasta diciembre. Tampoco se pudo cerrar el esperado acuerdo y el plazo volvió a extenderse hasta el próximo 30 de junio.

Los obstáculos

Persisten preocupaciones sobre el alcance que tendrá el programa nuclear iraní tras el acuerdo. En el centro de las discusiones está la amplitud del programa de enriquecimiento de uranio. EE.UU. pretende que Irán renuncie a una parte significativa de las casi 20.000 centrifugadoras que tiene instaladas para purificar uranio. Teherán se niega. El límite a la producción de plutonio en la planta de agua pesada en Arak, cuyo cambio de diseño se está discutiendo, es otro asunto candente. Persisten desacuerdos sobre el período en el que las actividades nucleares de Irán deberían ser sometidas a controles exhaustivos. Mientras EE.UU. parece dispuesto a aceptar una década, Francia exige que la validez del acuerdo sea de 15 años, algo que Irán rechaza.

El futuro

Todos los ministros que participan en las negociaciones destacan que se han producido avances y que las posiciones se han acercado, especialmente en las últimas semanas. Pero nada garantiza un final feliz. Al mismo tiempo, los dos principales actores, EE.UU. e Irán —que carecen de relaciones diplomáticas— se enfrentan a las críticas de los “halcones” en sus respectivas capitales. Si no se logra un acuerdo, Obama, podría salir debilitado dada su defensa de las negociaciones. El acuerdo sería un importante logro de Obama en política exterior. Y quizá su único gran logro en Oriente Medio, una región que convulsiona entre la guerra civil siria, el surgimiento del Estado Islámico y la falta de una solución al conflicto palestino-israelí.

 

 

Por Con información de agencias

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