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Bangladesh aún esta conmocionado por la muerte de un menor de 10 años. Más que la tristeza por el deceso del niño, el mundo aún no asimila la forma en la que murió. El menor falleció mientras desarrollaba labores en una fábrica de ropa, y aunque el trabajo infantil es habitual en Banlgadesh, pese a estar prohibido, las autoridades siguen examinando la atroz forma en que lo asesinaron.
Según las primeras versiones de la Policía del país, un grupo de trabajadores de la fábrica insertaron en el recto del menor la boquilla de una manguera de aire de alta presión. A continuación, procedieron a inyectarle aire al menor hasta que tuvo que ser trasladado a un hospital, en el que finalmente murió.
La inhumana muerte del menor indignó a los ciudadanos del país. En medio de su duelo, los padres denunciaron el hecho a la Policía, que de inmediato empezaron a investigar el hecho, sin tener aún una teoría clara de las razones por las cuales los trabajadores decidieron asesinar al menor trabajador. No obstante, sí lograron detener a un empleado de la fábrica y llevar a interrogatorio a otros, según reportan medios de comunicación locales.
No es la primera vez que el país conoce de una sanguinaria muerte como la del menor de 10 años. En 2015 Rakib Hawlader, un menor de 13 años, murió en idénticas condiciones, esta vez en un taller de vehículos del país. Según la investigación, la muerte se dio después de que varios trabajadores del lugar decidieran inyectar aire en el cuerpo del niño, como castigo por haber decidido dejar el trabajo. El hecho provocó grandes protestas repudiando el hecho y arremetiendo contra el taller, y finalmente dos sujetos fueron procesados y condenados por la muerte del pequeño.
Otra muerte de un menor de edad que ha sacudido el país se dio años atrás, cuando una turba enardecida atrapó a un adolescente que acusaban de haberse robado una bicicleta, y decidieron golpearlo repetidamente, hasta que le ocasionaron la muerte.