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Aunque faltan todavía tres años para las próximas elecciones presidenciales en Argentina, las discusiones políticas sobre el futuro del país a partir de 2015 han sido el día a día desde que la presidenta Cristina Fernández comenzara su segundo mandato el pasado diciembre. Hay mucho en juego y el Gobierno busca atacar varios flancos para garantizar desde ya su triunfo electoral. El primero de ellos, fortalecer la base política del oficialismo, evidente tras la muerte de Néstor Kirchner: los jóvenes.
Desde la semana pasada se debate en el Senado una iniciativa promovida por el exjefe de gabinete Aníbal Fernández, que busca permitir que los menores de 16 y 17 años y los extranjeros con residencia permanente puedan votar. Así, más de 1,4 millones de votantes se sumarían al padrón electoral para las elecciones legislativas en 2013. Otro millón y medio de extranjeros se incorporará a esa cifra. En total, irían a las urnas unos tres millones de personas más.
Para el caso de los jóvenes de 16 a 18 años, la propuesta del senador Fernández plantea que el voto pueda ser voluntario, no obligatorio como para los mayores de 18 años. Y en el caso de los extranjeros, la iniciativa busca otorgarles la posibilidad de votar en elecciones nacionales, ya que lo pueden hacer para elegir los gobiernos locales. Una gran mayoría de congresistas, tanto oficialistas como opositores, han hecho público su apoyo a la iniciativa. Así mismo, gobernadores e intendentes acompañan el proyecto que es avalado por la Casa Rosada, por lo que se da como un hecho que sea aprobado en las siguientes semanas.
Sin embargo, pese al consenso general, no han faltado las críticas sobre el proyecto, pues hay quienes lo vinculan con un afán del Gobierno por manipular las próximas elecciones y garantizar así una continuidad del modelo kirchnerista. Voces de la oposición y medios de comunicación como Clarín o La Nación critican que el proyecto se discuta sólo con fines electorales. “La escuela se va a politizar”, dicen algunos críticos. Otros incluso señalan que la iniciativa hace parte de un plan que busca la aprobación de una reforma constitucional que permita una segunda reelección presidencial.
La iniciativa ha sido discutida varias veces en los últimos 30 años, pero hoy, con un Congreso de mayoría oficialista, la medida podría por fin ser votada. No sería el primer país de la región en permitir a los jóvenes de 16 y 17 años que voten. En América Latina, Brasil, Cuba, Nicaragua y Ecuador permiten a los menores elegir autoridades nacionales. Así mismo, en Chile, Bolivia y Uruguay se discuten iniciativas similares.