A todos los problemas que enfrenta Venezuela ahora se le suma uno igual de preocupante por los impactos que tiene a corto, mediano y largo plazo: la fuga de profesores universitarios y científicos de muchas universidades públicas.
De acuerdo con el artículo publicado por Andrea Small Cardona en el portal SciDev.net, una red dedicada a cubrir temas de ciencia en países en desarrollo, el número de profesores que está renunciando es inusualmente alto aunque no está claro cuántos exactamente se han ido del país pues no existen datos oficiales.
Pero un repaso caso por caso demuestra que la situación es dramática. Por ejemplo, en la Universidad Simón Bolívar, alrededor de 240 profesores han dejado sus puestos en los últimos cinco años.
"He estado trabajando aquí durante 34 años y nunca había visto algo como esto", dijo Rafael Álvarez, representante de la Asociación de Profesores de esa casa de estudios a SciDev.Net. “Es devastador”.
La lista no termina ahí. La Universidad Central de Venezuela perdió alrededor de 700 docentes entre 2011 y 2012 y la Universidad del Zulia cuenta con 1.577 puestos vacantes de profesores.
De acuerdo con la Asociación de Profesores de la U. Central de Venezuela, alrededor de 500 de los docentes que abandonaron sus cargos lo hicieron por las pobres condiciones económicas.
En 1995 el sueldo mensual de un investigador venezolano rondaba, en promedio, U$800 al mes. Hoy apenas llega a U$433, como lo planteó Iván de la Vega, sociólogo de la Universidad Simón Bolívar al portal de noticias.
El Ministerio de Educación Superior de Venezuela no se ha pronunciado al respecto ni ofrecido datos precisos de lo que está ocurriendo con este éxodo de académicos.
"Gran parte de la tecnología y la capacidad científica de Venezuela, construida a lo largo de medio siglo, se ha perdido en la última década", escribió Claudio Bifano, presidente de la Academia Venezolana de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, en una reciente edición de la revista Nature.