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Protestas en Arizona y California por llegada de niños ilegales

La mayoría de estadounidenses critica la forma como se ha manejado la grave crisis migratoria: se calcula que para septiembre ya habrán entrado en el país 90.000 menores indocumentados.

Redacción Internacional
17 de julio de 2014 - 01:00 p. m.
Protestas en el condado de Oracle (Arizona) por la llegada de niños ilegales. / AFP
Protestas en el condado de Oracle (Arizona) por la llegada de niños ilegales. / AFP
Foto: AFP - Sandy Huffaker

La crisis migratoria que se desató en Estados Unidos por la llegada masiva de 57.000 niños inmigrantes solos, procedentes de Centroamérica, desbordó al gobierno del presidente Barack Obama y a miles de estadounidenses, hoy divididos entre quienes piden acoger a los menores y los que le exigen al Gobierno devolverlos inmediatamente a sus países de origen. Según una encuesta publicada por The Washington Post, seis de cada diez estadounidenses no están de acuerdo con la forma como la Casa Blanca ha manejado la crisis, “atiborrando las estaciones de la Patrulla Fronteriza”.

Ese descontento es cada vez más evidente. Luego de las imágenes de Murrieta (California), en donde los habitantes bloqueron, movidos por su alcalde, la llegada de tres buses llenos de niños ilegales, las escenas se repiten en Arizona. Grupos opuestos a la inmigración ilegal se manifestaron en el pequeño condado de Oracle (4.000 habitantes) para evitar la llegada a su ciudad de menores indocumentados, pues temen por su presunto historial criminal y su relación con las pandillas. Entonando canciones patriotas y llevando banderas de Estados Unidos, cientos de residentes expresaron su molestia con la noticia de que niños indocumentados centroamericanos serán albergados en su comunidad. “Estamos frustrados por la forma en que nuestro Gobierno está actuando, tratando de mantener en secreto lo que está haciendo con estos niños”, dijo a Efe Bob Skiba, organizador de las protestas. En su opinión, el gobierno federal debería mantener a todos esos menores centroamericanos, que han sido arrestados cruzando solos la frontera, en centros de detención en otras ciudades, como Phoenix o Tucson. Agitando carteles con leyendas como “No se puede” y “No a la amnistía”, los manifestantes del grupo Estadounidenses a Favor de la Inmigración Legal (Alipac, por sus siglas en ingles) llegaron con la intención de evitar a toda costa que los autobuses del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) entraran al lugar.

El alguacil del condado Pinal, Paul Babeu, que fue criticado por haber dado a conocer al público la información de la llegada del grupo de niños indocumentados a Oracle, aseguró que hay razones para preocuparse: “Se han documentado casos de pandilleros miembros de MS13 entre los más de 60.000 menores centroamericanos detenidos en la frontera. No sabemos cuántos de ellos tienen un historial criminal”.

Babeu aseguró que su condado ya tiene suficientes problemas con la presencia de carteles mexicanos en la zona. “Estos niños indocumentados deben ser puestos en un avión y enviados de regreso a sus países y reunidos con sus familias”, enfatizó Babeu.

Mientras el problema crece, el Congreso debate si aprobar o no los US$3.700 millones que pidió Obama para enfrentar la “situación humanitaria urgente”. Una aprobación que se enreda con la negativa de varios republicanos que sugieren enviar a la Guardia Fronteriza y dar así un mensaje de “fortaleza”.

Por Redacción Internacional

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