El 20 de enero de 2017, Barack Obama dejará la Casa Blanca. Le queda un año al frente de Estados Unidos antes de que los historiadores diseccionen su balance y le atribuyan un lugar en sus libros.
El último año que gobierna un presidente estadounidense suele ser difícil y frustrante. Con los ojos puestos en las elecciones presidenciales, el país le da menos atención al comandante en jefe, sus consejeros piensan en su propio futuro y los senadores olvidan el arte del compromiso.
"Tradicionalmente, el partido de oposición está centrado en las próximas elecciones y es todavía menos proclive a hacer una concesión", opina Julian Zelizer, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Princeton.
Pero la historia política estadounidense muestra que los últimos doce meses no siempre son estériles.
"Nunca fui tan optimista sobre el año que viene", dijo Obama antes de irse de vacaciones de Navidad a Hawái, su estado natal.
En busca de acuerdos limitados con el Capitolio, actuando por decreto o enviando fuertes señales simbólicas, a continuación las siete canteras sobre las cuales el 44 presidente de Estados Unidos puede esperar mover los frentes antes de dejar el poder.
- Cerrar Guantánamo:
A inicios de 2016, el presidente debe presentar en el Congreso una propuesta detallada para transferir a suelo estadounidense a los detenidos. Consciente de que las oportunidades de lograr un voto favorable son pocas, también tiene la capacidad de actuar por decreto.
- Completar el acuerdo de libre comercio de Asia-Pacífico
El presidente hasta ahora ha confiado en que sus adversarios republicanos, tradicionalmente más favorables a estos acuerdos, para avanzar. Pero las recientes declaraciones contradictorias de sus líderes y los cálculos políticos cercanos a las elecciones podrían complicar la situación. La partida está lejos de ser ganada.
- Dejar una huella sobre tema migratorio
Ante la parálisis del Congreso, decidió hace un tiempo optar por los decretos sin esperar la votación de una hipotética ley para ofrecer a unos cinco millones de inmigrantes en situación irregular una perspectiva de regularización. Corresponde ahora a la Corte Suprema decidir.
- Regular las armas de fuego
Sus equipos trabajan en los decretos que deberían ser anunciados a inicios de año. Convencidos de que la mayoría de los estadounidenses son favorables a estas medidas de "sentido común", Obama también quiere convertirlo en un tema electoral.
- Avanzar en un acuerdo sobre Siria
Por primera vez, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, incluido Rusia, aprobaron una hoja de ruta para dar una solución política a la guerra en Siria. Pero aún queda lo más duro por hacer.
En el artículo titulado "Las ilusiones de Obama y Kerry en Siria", Frederic Hof, del centro de análisis Atlantic Council, considera que el enfoque estadounidense, si no evoluciona, está condenado al fracaso. Y denuncia los límites de una estrategia que se resume a "esperar" que el gobierno de Bashar al Asad, Rusia e Irán "vean al fin la verdad, reconozcan sus errores y se comprometan a nunca más fallar".
- Viajar a Cuba
Obama claramente indicó que deseaba ir a la Cuba, pero condiciona este viaje a los avances sobre las libertades individuales y los derechos del humanos en la isla comunista.
- Contribuir a la elección de un demócrata
"Pienso que tendré un sucesor demócrata y haré una campaña con fuerza para que eso suceda", prometió.