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¿Quién manda en El Vaticano?

La presencia del papa emérito Benedicto XVI en la ceremonia en la que el papa Francisco nombró a 19 cardenales despertó dudas sobre el retiro del pontífice. Dicen que existe una diarquía en la Iglesia.

Redacción Internacional
26 de febrero de 2014 - 05:44 p. m.
El papa emérito, Benedicto XVI./ EFE
El papa emérito, Benedicto XVI./ EFE

El escenario fue el primer consistorio del papa Francisco. Una solemne ceremonia en la que el pontífice nombró a 19 nuevos cardenales. Sin embargo, la presencia del papa emérito, Benedicto XVI, un hecho histórico ya que es la primera vez se encuentran dos pontífices en un acto público, desató todo tipo de especulaciones. El periódico La Stampa, entre otros, publicó un análisis en el que preguntaba si la renuncia de Benedicto XVI se había hecho efectiva, pues había prometido “permanecer oculto al mundo” y se le ha visto muy activo.

El papa Francisco lo visitó el pasado diciembre en Mater Ecclesiae, y después el papa emérito alemán le devolvió la visita y almorzó con él en Santa Marta, la residencia que el pontífice argentino ha elegido. También se informó y se envió a los medios la fotografía de la visita de Benedicto XVI al hospital romano Gemelli para visitar a su hermano, George, que había sido ingresado. El portavoz del Vaticano aseguró que no “vive aislado y desarrolla una actividad normal para una persona anciana, una persona anciana religiosa”.

Reza, medita, lee y escribe, es decir, responde a la correspondencia que recibe, pues lo que es seguro es que Ratzinger no tiene previsto publicar ningún texto o declaración que pueda interferir en el pontificado de Francisco. El teólogo suizo Hans Küng, uno de los máximos detractores de Ratzinger, reveló recientemente que el papa alemán le había escrito una cariñosa misiva en la que le aseguraba que su "única y última tarea" era la de sostener con la oración el pontificado de Francisco". El papa emérito aseguraba a su excolega en la Universidad de Tubinga que mantiene "una amistad de corazón" con su sucesor.

Y es esa convivencia entre ambos pontífices ha sido tranquila, por eso los periódicos han sugerido que existen en El Vaticano una diarquía. ¿Joseph Ratzinger se ha retirado completamente como lo había prometido?, se preguntan. Y como no está aislado como dice el vocero del Vaticano, el papa emérito les respondió a quienes piensan que está detrás del poder.

Benedicto le envió una carta al periódico La Stampa en la que calificó de "absurdas" las especulaciones que cuestionan la autenticidad de su dimisión y reiteró que comparte "opiniones" y "amistad" con su sucesor, Francisco. En la misiva publicada este miércoles Ratzinger dice que se ha retirado completamente como había prometido. “No hay duda de la validez de mi renuncia al ministerio petrino (la función papal, ndlr). La única condición de la validez es una libertad decisoria plena. Las especulaciones sobre la invalidez de la renuncia son sencillamente absurdas”, afirma el papa emérito, en respuesta a preguntas formuladas por escrito por La Stampa.

También se explica sobre la ropa blanca que viste, al igual que el papa Francisco. "Mantener el hábito blanco y el nombre de Benedicto es algo sencillamente práctico. En el momento de la renuncia, no había otros hábitos a disposición. Por lo demás llevo el hábito blanco de una forma claramente distinta a la del papa. En esto también se trata de especulaciones sin fundamento”.

Tras el terremoto inicial que supuso la renuncia, la gran pregunta aquel 28 de febrero cuando se hizo efectiva y Benedicto XVI voló en helicóptero hacia su retiro en Castelgandolfo fue cómo sería la convivencia entre dos papas en el Vaticano. A Celestino V, quien también renunció en 1294, le confinaron en el castillo de Fumone (en las afueras de Roma) ante el temor que alguien pudiera contactar con él o reconocerle como pontífice.

A Joseph Ratzinger se le dio el título de papa emérito, vive en un tranquila residencia inmersa en los jardines vaticanos, y se ha convertido en una referencia para muchos que acuden a consultarle e incluso para su sucesor, el papa Francisco. "A mí me parecía absolutamente claro que no había que tener ningún temor", dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi, respecto a la incertidumbre que creo en un primer momento esta situación anómala.

La intención del Vaticano de no ocultar al papa emérito fue tomada desde el inicio, como se demostró cuando se comunicó que, tras su elección, la primera llamada de teléfono de Francisco fue a su antecesor y también retransmitió con todo detalle el histórico primer encuentro entre dos papas el 23 de marzo en Castelgalndolfo, el abrazo en el que se fundieron y la imagen de cómo rezaban juntos. Pero después llegaron más imágenes, más momentos y más detalles de esta convivencia "solidaria" entre ambos papas, como la ha definido Lombardi. "Él ahora vive en el Vaticano y algunos me preguntan que cómo se puede pasar esto, dos papas en el Vaticano. ¿No te molesta. No te hace la revolución en tu contra?, relató Francisco a los periodistas durante el vuelo de regreso de Brasil.

Francisco añadió: ""Encontré una frase para esto: es como tener al abuelo en casa, pero el abuelo sabio, en una familia el abuelo está en casa, es venerado, es amado, es escuchado".

"Uno ha ido a la casa del otro y viceversa. Y luego están las otras formas de contacto que pueden ser el teléfono o los mensajes que se envían", relató Lombardi sobre cómo ha transcurrido este año.

Por Redacción Internacional

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