Publicidad

“Quizás salvemos otras vidas”: bomberos ecuatorianos

El trabajo de los bomberos que llegaron a Ecuador desde Perú, Colombia, México y otros países de la región es clave para tratar de rescatar más personas atrapadas bajo los escombros que dejó el terremoto del sábado, cuyas réplicas no cesan.

Redacción Internacional
22 de abril de 2016 - 02:53 a. m.

Frente a la montaña de escombros en una zona de Pedernales (Manta), epicentro de la tragedia que desde el sábado vive Ecuador por el potente terremoto que se llevó cerca de 600 vidas, un grupo de bomberos busca sobrevivientes entre placas de cemento rotas y hierros retorcidos. La escena se repite en varias localidades de la costa, particularmente Manabí y Esmeraldas, en donde el colapso de edificios y otras infraestructuras fue mayor.

Aunque ya se cumplieron los tres días decisivos para encontrar sobrevivientes, los equipos de rescate siguen buscando señales de vida en calles devastadas. Los últimos hallazgos hacen que la esperanza se mantenga. Desde el domingo, según cuentas de la prensa, cerca de 87 personas han sido rescatadas con vida por cuerpos de ayuda nacionales e internacionales. Los últimos, dos argentinos, una mujer y una pequeña niña ecuatorianas.

Más de 900 socorristas, bomberos, médicos y especialistas de 20 países, entre ellos Colombia, Chile, México, Venezuela y España, continúan buscando señales de vida entre los escombros, pero a menudo sólo pueden recuperar cadáveres. “No perdemos la esperanza, quizás salvemos otras vidas”, señala el capitán Ómar Ramírez, uno de los líderes de bomberos ecuatorianos.

Las tareas no son fáciles para estos hombres curtidos en otras tragedias alrededor del mundo, como los terremotos de Haití y Japón. Hoy trabajan en la peor catástrofe que ha vivido Ecuador en los últimos 67 años y que, de acuerdo con los datos de la Fiscalía ecuatoriana, ya deja 577 muertos, entre ellos ciudadanos británicos, dominicanos, colombianos, canadienses y cubanos, y unos 1.700 desaparecidos.

El alcalde de Pedernales, Gabriel Robles, explica que más de cien máquinas, como camiones, retroexcavadoras y palas mecánicas, trabajan en la limpieza de escombros. “Lo principal es localizar a las víctimas y limpiar las calles”. Hay barrios enteros obstruidos por escombros.

“Esto huele a muerte a pesar de la pintura”, dice un bombero con el rostro cubierto por una máscara blanca y gruesos lentes de protección mientras sale de una montaña de escombros de una pinturería de Tarqui. De hecho, el olor a cuerpos en descomposición flota por todas partes en este barrio comercial, situado frente al mar, donde ninguna manzana conserva una construcción intacta. Los tres pisos de la pinturería se derrumbaron sobre varias personas. “Es posible que haya un peatón. El perro marcó este sitio”, dice a la AFP el teniente coronel Marco Antonio Artica, de Honduras, al mando de 18 bomberos voluntarios.

Otros terremotos han dejado lecciones. Según los protocolos internacionales, las primeras 72 horas son claves para encontrar sobrevivientes. Naciones Unidas cancela sus misiones entre cinco y siete días después de un desastre, luego de que han pasado uno o dos días sin que se hayan encontrado sobrevivientes. Sin embargo hay casos de personas que han sobrevivido más tiempo. En el terremoto de 2015 en Nepal, un hombre de 60 años y una mujer de 23 fueron rescatados con vida nueve días después del terremoto que dejó 7.635 muertos. En Haití, tres hombres fueron rescatados luego de cinco días de la tragedia.

Mientras la búsqueda continúa, se siguen buscando las razones. ¿Por qué tembló tan fuerte en Ecuador? Alexandra Alvarado, del departamento de sismología del Instituto Geofísico de la EPN, explicó que el sismo se produjo por el contacto entre la placa de Nazca y la placa Suramericana. “El contacto de ambas placas es en donde se concentra la mayor cantidad de presión y de energía, Eso hace que, luego de años, las rocas no soporten más y se rompa, y eso fue lo que ocurrió en el sismo”.

Señaló que las réplicas pueden durar muchos días e incluso meses, pero que van disminuyendo con el tiempo. “Sólo en las últimas horas se han presentado 26 eventos. El más fuerte de 4,6 grados de magnitud”.

El miedo circula por las calles, al igual que el dolor. En Pedernales, el estadio de fútbol fue convertido en una improvisada morgue, donde se amontonan los féretros cerca de las carpas en las que se atiende a los heridos. Allí, expertos en criminalística y de la Fiscalía, de uniforme blanco, identifican los cuerpos recuperados entre los escombros de viviendas y hoteles de la localidad de 60.000 habitantes y con un flujo de turistas que puede alcanzar los 40.000 en temporada alta.

Colombia siente de cerca la tragedia. De acuerdo con las cifras oficiales ecuatorianas, alrededor de 400.000 colombianos viven en ese país. El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que hasta el momento tiene el registro de 11 fallecidos y 520 solicitudes de localización, de las cuales 362 han sido resueltas, pero faltan 158 por ubicar. La Cancillería aseguró que ha brindado asistencia humanitaria a 257 connacionales más y 43 han sido repatriados.

Por Redacción Internacional

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar