Reynaldo Bignone, el último dictador argentino

Tres de los cuatro jefes máximos del régimen en Argentina murieron. Este hombre que gobernó entre 1982 y 1983 fue condenado a 20 años de cárcel.

Redacción Internacional
27 de mayo de 2016 - 06:46 p. m.

Argentina se convirtió en el primer país que condena formalmente a los jerarcas del Plan Cóndor en un largo juicio con 105 víctimas y 18 imputados que empezó en 1999 con cinco casos y ha ido creciendo poco a poco.

El proceso había arrancado con 22 acusados pero cinco murieron -entre ellos, el dictador Jorge Rafael Videla- o fueron apartados del debate por razones de salud.

Finalmente un tribunal federal condenó por “asociacion ilícita en el marco del Plan Cóndor” entre 8 y 25 años a los principales imputados.

Para el último dictador argentino, Reynaldo Bignone (1982-1983), de 88 años, establecieron 20 años de prisión por asociación ilícita y privación ilegítima de libertad con abuso de sus funciones como funcionario público hasta en cuatro ocasiones.

Esta sería su quinta condena pues Bignone (1982-1983) ya había sido condenado en cuatro ocasiones anteriores. En marzo de 2013 recibió sentencia por delitos de lesa humanidad durante el último régimen militar de su país (1976-1983). En este caso recibió una sentencia a cadena perpetua por 23 crímenes cometidos en uno de los dos principales centros clandestinos de detención y tortura de la dictadura, el de Campo de Mayo, en el noroeste del Gran Buenos Aires. El otro campo de concentración importante era el de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA).

Por el regimiento del Ejército en Campo de Mayo pasaron unos 5.000 secuestrados. Allí también funcionó una maternidad clandestina en la que parían las desaparecidas embarazadas y en la que los militares se robaban los bebés para entregárselos a miembros de la fuerza o familias cercanas al régimen.

Bignone fue el dictador que encabezó la transición hacia la democracia después de la derrota de Argentina en la Guerra de Malvinas (1982) contra Reino Unido y en medio del descontento popular por la situación política y económica del país, pero durante su gobierno ordenó la eliminación de todas las pruebas de la represión ilegal.

Sin embargo, 30 años después de entregarle el mando presidencial a Raúl Alfonsín (1983-1989) la justicia argentina ya lo ha condenado cinco veces por crímenes cometidos antes de ponerse al frente del régimen. El último por su responsabilidad y la de otros militares en el Plan Cóndor, el programa de cooperación de las dictaduras sudamericanas de los 70 y 80 para secuestrar y eliminar opositores con el supuesto apoyo de Estados Unidos.

Por Redacción Internacional

 

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