Rousseff dice que no se intimida con insultos recibidos en la apertura del Mundial

"Los insultos no me van a intimidar. No me abato ni me dejaré abatir por eso", insistió.

AFP
13 de junio de 2014 - 04:29 p. m.
Rousseff dice que no se intimida con insultos recibidos en la apertura del Mundial

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró el viernes que no se deja intimidar por los insultos que le lanzaron el jueves miles de hinchas en la apertura de la Copa del Mundo.

"No me voy a dejar perturbar por agresiones verbales. No voy dejarme atemorizar por insultos que no pueden ser siquiera escuchados por los niños y las familias", afirmó la presidenta, asegurando que no se desviará de su camino.

Miles de hinchas gritaron insultos a Rousseff justo antes de la apertura del Mundial el jueves, cuando Brasil ganó 3-1 a Croacia.

"Dilma, ¡vete a tomar por c...!", gritaron en el estadio a la mandataria que busca la reelección en las elecciones generales de octubre.

Exguerrillera en la dictadura militar (1964-1985), que enfrentó tortura y cárcel, Rousseff advirtió este viernes que nunca una agresión la apartó de sus compromisos y su camino.

"En mi vida personal, quiero recordar que enfrenté situaciones del más alto grado de dificultad, situaciones que llegaron al límite físico, soporté agresiones físicas que fueron casi insoportables, y nada me sacó de mi rumbo, nada me sacó de mis compromisos ni del camino que tracé para mí misma", dijo la presidenta al inaugurar una vía expresa de buses en los alrededores de Brasilia.

"Los insultos no me van a intimidar. No me abato ni me dejaré abatir por eso", insistió ante una platea favorable de trabajadores que gritaba "1,2,3, ¡Dilma otra vez!".

Rousseff concluyó afirmando que los insultos que recibió no reflejan el pensamiento de los brasileños ni la manera de expresarse. "El pueblo brasileño no actúa así, no piensa así, no siente de la forma expresada en esos insultos. El pueblo brasileño es un pueblo civilizado, extremamente generoso y educado", dijo.

Una gran mayoría de los brasileños aman el fútbol, pero el Mundial ha generado descontento y manifestaciones callejeras en el país a raíz de los 11.000 millones de dólares de los cofres públicos que se han invertido en la preparación del torneo, y que la población reclama para servicios de salud, educación y transporte.

Por AFP

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