El gobierno de Rusia exigió el sábado un envío inmediato de observadores a Siria y anunció que el proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el despliegue de la misión casi está acordado.
"Consideramos que es necesario reanudar las negociaciones entre la ONU y las autoridades sirias y mandar un grupo técnico a Siria para terminar el proceso. La cuestión adquiere ya el carácter de urgencia", señaló un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
El comunicado también apuntó que es imprescindible que el secretario general de la ONU presente "propuestas concretas" para iniciar el procedimiento para el envío de los observadores "después de las consultas con el Gobierno de Siria".
Moscú se mostró también preocupada por "declaraciones escépticas que se oyen desde diferentes capitales" sobre un fracaso de la misión del enviado especial a Siria, Kofi Annan.
Esas declaraciones "instigan a la oposición para que continúe con su lucha armada tras lo cual muere gente y se daña la infraestructura siria", añade el comunicado.
El Consejo de Seguridad de la ONU retrasó la víspera el voto para autorizar el envío de los primeros observadores a Siria después de que sus miembros negociaran durante horas y no pudieran concretar una resolución.
El representante de Rusia, Vitaly Churkin, aseguró entonces que no estaba "completamente satisfecho" con las negociaciones mantenidas.
Moscú sigue a favor de que el Consejo de Seguridad permanezca "unido" en el envío de observadores, "un asunto de crucial importancia" para que se mantenga el alto el fuego en Siria.
Rusia y China han ejercido ya en dos ocasiones su derecho de veto en el Consejo de Seguridad para evitar una resolución de condena contundente a Damasco.
Desde que hace trece meses comenzó el conflicto en Siria, más de 9.000 personas han muerto, 200.000 se han visto desplazadas a otros lugares del interior del país, y unas 30.000 se han refugiado en los estados limítrofes, según datos de la ONU.