Este sábado se podría conocer sentencia contra Claudio Sciarpelletti por el caso Vatileaks

Es acusado de encubrir a Paolo Grabiele, exmayordomo del papa, en el robo y difusión de documentos de Benedicto XVI.

El Espectador
09 de noviembre de 2012 - 02:40 p. m.
Enc uanto al mayordomo, Paolo Gabriele, el Papa lo perdonó más no lo ha indultado.
Enc uanto al mayordomo, Paolo Gabriele, el Papa lo perdonó más no lo ha indultado.

El juicio contra el informático Claudio Sciarpelletti, acusado de presunto encubrimiento de Paolo Grabiele, exmayordomo del papa, en el robo y difusión de documentos del Benedicto XVI, se reanuda este sábado en el Vaticano y no se descarta que se pueda conocer la sentencia en el mismo día.

La audiencia de este sábado es la segunda del juicio, comenzado el pasado 5 de noviembre.

Este juicio es el segundo por el escándalo del robo y filtración a la prensa de documentos del Pontífice conocido como Vatileaks.

Paolo Gabriele, de 46 años, fue condenado el pasado 6 de octubre a 18 meses de cárcel, que cumple desde el 25 de octubre en una celda del Vaticano.

En la audiencia de este sábado está previsto que sea interrogado Sciarpelletti, así como los testigos monseñor Carlo María Polvani, que trabaja en la Secretaria de Estado (la "presidencia del Gobierno" de la Santa Sede), Domenico Giani, jefe de la Gendarmería vaticana; William Kloter, vicecomandante de la Guardia Suiza, y el gendarme Gianluca Gauzzi Brocoletti.

También está convocado como testigo Gabriele, quien ya acudió a la primera audiencia del juicio.

Sciarpelletti, de 48 años, que trabaja como informático en la Secretaria de Estado puede ser condenado hasta con un año de cárcel, según la legislación del Estado de la Ciudad del Vaticano.

El informático iba a ser juzgado en el mismo juicio contra Gabriele el pasado 29 de septiembre, pero el Tribunal, a petición de su abogado, Gianluca Benedetti, separó los dos casos.

Ya en esa audiencia, Benedetti pidió la absolución para su defendido, alegando que nunca encubrió a "Paoletto", como se conoce al exmayordomo y que siempre colaboró con los investigadores.

En la audiencia del pasado día 5, Benedetti pidió que fuese anulada la imputación de encubrimiento, al insistir que Sciarpelletti siempre colaboró con la Justicia y la acusación no tiene sentido.

El tribunal lo rechazó al considerar que el informático dio tres versiones diferentes respecto al sobre con documentos reservados que fue hallado en su poder, en el que había material que después apareció en el libro "Sua Santita", del periodista Gianlugi Nuzzi, que desvela tramas e intrigas en el pequeño Estado.

Sciarpelletti fue detenido el 25 de mayo, un día después que Gabriele.

Según se supo en la primera audiencia, fue detenido después de que una "llamada anónima", hecha desde la Secretaria de Estado informara de la supuesta íntima amistad entre Gabriele y Sciarpelletti.

Agentes de la Gendarmería fueron al lugar de trabajo de Sciarpelletti, encargado de la manutención de los ordenadores del Vaticano, y encontraron en un cajón de su despacho un sobre con documentos reservados.

El informático dio tres versiones sobre el sobre. La primera, que le fue entregado por Gabriele; la segunda, que se lo había dado una persona -identificada en un principio con la letra "W"- para que lo entregase al mayordomo, y la tercera que le fue entregado por otra persona, que no fue identificada.

"W", se supo después, es monseñor Polvani, sobrino del arzobispo Carlo María Vigano, actual nuncio en Estados Unidos, quien envió el pasado año varias cartas a Benedicto XVI en las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.

Esas cartas fueron publicadas en el libro "Sua Santita".

Benedetti aseguró que los cambios pudieron deberse a un "estado emocional" e insistió en que Sciarpelletti siempre colaboró con la Justicia.

A la audiencia del día 5 asistió Sciarpelletti, quien en ningún momento dirigió la vista a Gabriele, que abandonó la celda en la que cumple condena para asistir al juicio.

Gabriele ya pidió perdón al papa en una carta que le envió poco después de ser detenido, según dijo en julio pasado su por entonces abogado Carlo Fusco.

No se descarta que Benedicto XVI le pueda concederle oficialmente la gracia, que de momento no se ha producido.

El diario italiano "Libero" aseguró este jueves que Benedicto XVI ya le ha perdonado y que la prueba es que este verano le envió desde la residencia de Castel Gandolfo el libro de los Salmos, con su firma y la bendición apostólica.

El Vaticano no ha salido al paso de la información del periódico.

Por El Espectador

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