El ataque, aparentemente, fue una represalia contra la edición del miércoles, dedicada al triunfo de los movimientos islamistas en las pasadas elecciones de Túnez.
El periódico, que en 2006 había sido amenazado por replicar las polémicas caricaturas de Mahoma del diario danés Jyllands-Posten, un hecho que desató la ira de los musulmanes radicales, mostró en su primera página una caricatura del profeta del islam, designado irónicamente como “redactor en jefe” de dicho número.
La publicación estaba acompañada de un nuevo nombre: ‘Charia Hebdo’, parafraseando la sharia, la ley islámica que rige a los musulmanes más ortodoxos. Su página web fue atacada: por horas, lo único que los visitantes pudieron ver fue una imagen de La Meca acompañada de la frase “No hay más Dios que Alá”.
El director del semanario, un creativo que se hace llamar Charb, aseguró que después del ataque no tienen recursos para hacer un nuevo periódico, pero “espero que (Charia Hebdo) no será el último”. También dijo que no está dispuesto a dejarles terreno libre a los islamistas.