Siete personas murieron y nueve están desaparecidas tras la caída de un helicóptero en un lago del noroeste de Rusia. En la aeronave viajaban dirigentes regionales y empresarios, según informó este domingo la policía y el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.
El helicóptero, un Mi-8, llevaba 18 personas a bordo, incluyendo los cinco tripulantes, cuando cayó el sábado por la noche en el lago Mounozero de Murmansk, según autoridades regionales. Los equipos de rescate recuperaron hasta ahora siete cuerpos y otras nueve personas todavía están desaparecidas, declaró a la prensa el portavoz del Comité de Investigación, Vladimir Markin.
Dos de las personas a bordo fueron rescatadas con vida y fueron hospitalizadas, indicaron las autoridades. "El helicóptero está en el agua", dijo la portavoz del ministerio de Situaciones de Emergencia, Tatiana Zajarova.
El aparato es propiedad de la empresa Apatit, que fabrica compuestos para fertilizantes, y se cree que su director, Alexei Grigoryev y su número dos, Konstantin Nikitin, iban en él, anunció la portavoz de la empresa, Olga Kryshek. El vicegobernador de Murmansk también estaba presuntamente a bordo del helicóptero.
Denis Pushin, portavoz de la administración regional de Murmansk, se negó a identificar a los pasajeros. "No estoy preparado para enterrar a nadie", declaró precisando que los dos supervivientes fueron hallados flotando en el lago, atados a su asiento. Los investigadores creen que el accidente pudo ser causado por un fallo del aparato y el mal tiempo.