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Siria, cerca del descontrol

La ONU denunció que a los observadores no se les permite entrar a Al Kubeir, lugar de una nueva masacre. Los testimonios aseguran que la gente de la población fue asesinada a tiros, con fuego y armas blancas.

Redacción Internacional
07 de junio de 2012 - 10:54 p. m.

La dimensión de la masacre de Al Kubeir (provincia de Hama) aún no está clara. Ciertas versiones, como la del Consejo Nacional de Transición sirio, hablan de un centenar de muertes, entre las que se incluyen mujeres y niños. Otras dicen que la cifra llega a 80 y el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos afirma que son al menos 55 víctimas, entre las que se encuentran 18 mujeres y niños, según informó Rami Abdel Rahman, director del observatorio.

Desde que el miércoles ocurrieron los hechos, no existe una fuente fidedigna porque no se conocen detalles de los hechos, mientras la oposición señala que se trata de una barbaridad más del gobierno de Bashar al Asad. La información está estancada, básicamente porque el Ejército sirio ha impedido el acceso tanto de observadores como de periodistas a la zona. Esta fue una de las quejas del general Robert Mood, jefe de la Misión de Supervisión de la ONU en Siria: al entrar a la población, los observadores fueron obstaculizados por controles militares y masas de civiles. Incluso, hubo agentes de la fuerza pública que les dijeron que si estaban dispuestos a entrar a Al Kubeir, lo harían bajo su propio riesgo porque “su vida corría peligro”. Incluso, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró que algunos de los integrantes de la misión fueron atacados.

Mientras la diplomacia internacional evalúa los pasos a seguir, los hombres de Mood siguen intentando “entrar en el pueblo y establecer los hechos sobre el terreno”, aseguró el general.

Necesidad de un nuevo nivel

El enviado de la ONU y la Liga árabe ante Siria, Kofi Annan, reconoció que el alto el fuego declarado en el país desde el 12 de abril pasado fracasó. No sólo por la reciente matanza de Al Kubeir, sino por hechos anteriores, como la masacre de Hula (108 muertes) y brotes de violencia de bando y bando.

Annan condenó la violencia y llamó a un “nuevo nivel” de acción internacional, pues de continuar por el mismo camino la situación en Siria pronto estará fuera de control.

“Cualquier régimen o líder que tolere tales matanzas de inocentes ha perdido su fundamento humanitario”, aseguró Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.

Disparos, cuchillos y fuego

Los pocos testimonios que las agencias internacionales han obtenido desde el lugar de la matanza, apuntan a la misma versión: Al Kubeir primero fue bombardeada y posteriormente asaltada por los llamados “chabiha”. La agencia EFE citó la versión de Abu Hisham, un conocido activista de la región de Hama, quien aseguró que las muertes no tuvieron un patrón definido. Según este hombre, varias víctimas fueron ejecutadas con disparos, otras fueron asesinadas con armas blancas y a otras sencillamente les prendieron fuego.

Según la ONU, el conflicto sirio deja más de 10.000 muertos, 230.000 desplazados y 60.000 refugiados en países vecinos.

‘Fue horrible’

La agencia de noticias AFP logró comunicarse vía telefónica con un joven habitante de Al Kubeir que aseguró llamarse Laith y vivir en las inmediaciones de la aldea donde ocurrió la matanza: “Cadáveres carbonizados de niños, de mujeres y de muchachas yacen en el suelo (...). Lo que vi es inimaginable. Fue una matanza horrible (...). La gente fue ejecutada y (sus cadáveres) quemados. Los cuerpos de los hombres jóvenes se los llevaron. Las tropas comenzaron a bombardear Al Kubeir sin cesar hasta las 8.00 p.m. (...) Tenían armas de fuego y cuchillos. Gente de este pueblo que conozco me dijo que anoche que los ‘shabiha’ (milicianos fieles al gobierno) bebieron y bailaron alrededor de los cadáveres, lanzando consignas en homenaje a Bashar al Asad”.

Por Redacción Internacional

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